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Apuntes del siglo XX….
y XXI
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Cuando me hice cargo de mi primera Escuela, en el año
1961, todavía la organización educativa se regía por el sistema de graduadas.
Primero, segundo y tercer grado. Libro de texto: La Enciclopedia de Álvarez. Ha
pasado más de medio siglo. ¿Era bueno? Era antediluviano; era otra época, que
no se puede ni comparar con la actual. Pero nunca se me pasó por la cabeza
pensar que allí había alumnos desintegrados. No. Hasta los diez años asistían
casi todos, con la excepción de los no escolarizados. No se sentían forzados,
porque los que no querían no asistían; aunque en teoría era obligatorio. Y a
partir de los diez años, se quedaban muy pocos; pero los que se quedaban tenían
mucho interés por saber. La enciclopedia del Tercer Grado de Álvarez saciaba su
interés por saber.
A partir de ahí, muchas reformas, todas bajo el síndrome
de que estábamos a años luz del resto de Europa. Y así, hasta que apareció el
primer paso en serio para adaptarnos a los sistemas imperantes en los países
desarrollados: La Educación General Básica. Con aciertos y con errores; con
alumnos buenos y menos buenos. Pero nunca sentí el fenómeno de la
desintegración.
Se introdujo con una importante adaptación de parte del
profesorado de Primaria a la EGB. No fue fácil, pero creo que ha sido el paso
más importante hacia la modernización y la adaptación de la Enseñanza. Alumnos
fáciles y alumnos difíciles, alumnos estudiosos y menos estudiosos, alumnos
traviesos y más tranquilitos, como siempre los ha habido y como siempre los
habrá. Pero insisto: nunca percibí eso que ahora llamamos alumnos inadaptados,
alumnos forzados.
Ese fenómeno aparece, cuando llega la ESO. No sé si fue
por el cambio de ubicación, por el cambio de profesorado, porque el proyecto
curricular no estaba bien adaptado, porque se produjo un cambio de gobierno que
no creía en la ESO, porque nunca llegó a implantarse como estaba diseñado en el
proyecto. No lo sé. Pero, de lo que no tengo ninguna duda es que fue a partir
de mi incorporación a la ESO, cuando empecé a sentir que una buena parte de los
alumnos se sentían desubicados, forzados, desintegrados. ¿Porque la LOGSE es
una mala Ley? No. Porque no la hemos desarrollado adecuadamente.
Julio
García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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