25-Nov-2015
El PP, y Mariano
Rajoy en particular, tienen grabada a fuego la pésima gestión que hicieron del
11-M, con sus antecedentes de la guerra de Irak. Aún no se han recuperado de
aquello, y por eso Rajoy actúa ahora en sentido contrario respecto a la amenaza
yihadista, y antes con Cataluña. No da un paso sin llamar al resto de
candidatos.) (Con su pésima gestión, Aznar, destrozó la máxima de que las
situaciones de tensión y amenaza ayudan a los gobernantes porque los electores
buscan amparo en ellos. (Fernando Garea, en El País)
Ni lo uno ni lo
otro
Como escribe muy bien Fernando Garea,
la gestión que hizo del 11-M José María Aznar, y su gobierno, del que Rajoy era
el vicepresidente, no pudo ser peor. Esto podría llevarnos a la conclusión de
que ahora está reaccionando de forma absolutamente contraria: consultando a
todos los líderes políticos, no precipitándose cuando países como Francia le
piden ayuda militar, o evitando que se produzca otra nueva corriente de “No a
la Guerra”.
Todo eso es cierto, pudiera ser
cierto. Pero hay dos detalles que me hacen dudar. No estoy seguro de que la
teoría de Fernando Garea sea la pauta única que marca la actuación de Mariano Rajoy.
En primer lugar, que la iniciativa de consultar con todos y pactar una postura
común frente al terrorismo no ha sido suya, ha sido de Pedro Sánchez,
secretario general del PSOE. Y en segundo lugar cabe la más que fundada duda de
si su actuación es para prevenir otro error como el del 11-M, o es
sencillamente su inercia de esperar y esperar a que los problemas se solucionen
en el pudridero. El yihadismo y Cataluña es un cambio de ruta o seguir igual.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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