Las
fracturas sociales
«Que nadie
construya muros con los sentimientos. Las divisiones nunca hacen
grande a un pueblo; solo lo empobrecen y lo aíslan. Evitemos las fracturas
sociales que tanto daño hacen a las conciencias de las personas, a los afectos,
a la amistad y a las familias, a las relaciones entre los ciudadanos». (El Rey Felipe VI en su discurso de
entrega de los premios Princesa de Asturias)
Nadar contra corriente
El rey no ha
hecho otra cosa que denunciar algo evidente en un siglo XXI. La división nos perjudica
a todos. En un momento de la historia en donde toda la actividad política se
encamina a reforzar las uniones, aparecen unos descerebrados a decirnos que
Cataluña funcionará mucho mejor si se separa de España. En un mundo cada vez
más global se pretenden establecer muros de separación.
Y no confundamos:
es legítimo, y respetable, que un sector de personas guiados por sentimientos
patrios quieran defender su identidad; incluso que estén convencidos de que esa
identidad estará mejor garantizada sin depender de ningún otro estado.
Otra cosa es
que líderes políticos, utilizando este sentimiento, busquen un aprovechamiento
personal y partidista. Y peor aún: que con estos movimientos patrioteros
pretendan esconder lacras de corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario