Educación obligatoria
Educación obligatoria hasta
los 18 años, extender el periodo infantil, y más becas. Es parte del programa
presentado por el PSOE para las próximas elecciones del 20-D. Se remarca
ampliar de forma progresiva de 16 a 18 años la educación obligatoria, así como
buscar un gran pacto educativo para evitar que en cada legislatura se modifique
la Ley. (Progorma electoral del PSOE)
Educación inclusiva
He leído en
los periódicos que el PSOE propone elevar el límite de la Educación Obligatoria
hasta los 18 años. Magnífico. Nos situaríamos al mismo nivel que los países más
avanzados en Sistema Educativo. Además se eliminaría un vacío que existe entre
la obligación de formarse y la llegada a la mayoría de edad. La Educación
Obligatoria, la mayoría de edad, y la edad laboral, deben coincidir, porque de
lo contrario se producen disfunciones y etapas de no saber qué hacer.
Los dos avances
más importantes que se han producido en el Sistema Educativo en España han sido
la Universalización y la Obligatoriedad de la Enseñanza. Lo demás han sido
parches. A estas alturas parece innecesario recordar que la Educación es el
mejor, yo diría el único, camino para alcanzar la igualdad de oportunidades. Es
lo que nos hace iguales a las personas en derechos y obligaciones. Han sido
estos dos hitos, -que la enseñanza llegue a todos, y de forma obligatoria-, los
que han marcado el devenir de la Educación en España desde finales del ya
pasado siglo XX.
Pero.., y aquí
viene el pero: falta la tercera pata del trípode sobre el que debe sostenerse
un Sistema Educativo moderno e integrador. Con una Ley, y con dinero, se hace
que la educación llegue a todos y de forma obligatoria. Pero no hemos resuelto,
-y esa es la asignatura pendiente-, que un sector del alumnado, a los que les
estamos obligando a permanecer en los centros, no tienen la motivación que les
hace progresar y, menos, integrarse en el sistema.
Mientras no
logremos que estos alumnos, entiendan el porqué están ahí, y que se sientan
integrados, no habremos conseguido, la tan cacareada educación inclusiva. No
podemos imponer los mismos criterios, que a una enseñanza voluntaria. Un alumno
que no se siente integrado, no lo vamos a motivar con suspensos y repeticiones.
No podemos perder más tiempo discutiendo si se repite con tres o con dos
asignaturas suspensas. Estamos jugando a las canicas; estamos haciendo el
ridículo. La Educación, como la Constitución, como la democracia, necesitan
actualizarse permanentemente. La Transición nos trajo un cambio tan deseado,
que no lo queremos tocar, y hay que tocarlo; hay que darle la vuelta como a un
calcetín.
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