Golpe al
Estado
Declara
solemnemente el inicio del proceso de creación del estado catalán independiente
en forma de república. Reitera que este Parlamento y el proceso de desconexión
democrática no se supeditarán a las decisiones de las instituciones del Estado
Español, en particular del Tribunal Constitucional, a quien considera
deslegitimado. (de la propuesta de resolución conjunta de
Junts pel sí y la Cup para la creación del Estado Catalán independiente).
Haciendo campaña
Martes, día 27 de octubre de 2015: el
presidente del gobierno anuncia una comparecencia extraordinaria para hacer una
declaración institucional. Muchos estábamos pendientes de las 14 horas. La
puntualidad es de lo poco bueno que vimos y oímos. Se parecía más a un acto de
campaña electoral que a un acto institucional: “Pueden estar tranquilos los
catalanes no soberanistas y el conjunto de todos los españoles, porque mientras
yo sea presidente, Cataluña no será independiente”. Le faltó decir: “Si me
votan no habrá problema secesionista”.
Lo que está ocurriendo en Cataluña es
muy grave, gravísimo. Una presienta del Parlamento Catalán, que en su discurso
de toma de posesión, dice desde su púlpito: “Viva la república catalana” es una
irresponsable, una persona antisistema. Nunca había visto nada parecido en
política. Y más grave lo de los parlamentarios puestos en pie aplaudiendo. No
se puede tolerar. Como tampoco se puede tolerar que al día siguiente en la
primera sesión oficial del recién constituido Parlamento Catalán se apruebe una
resolución para que en el plazo máximo de un mes queden aprobadas las leyes que
sirvan de base para la puesta en marcha de un estado independiente, añadiendo
que lo harán desobedeciendo, si así fuera preciso, las determinaciones del
Tribunal Constitucional del Estado Español. Inaudito.
Y ante esta, más que grave, situación,
sale nuestro presidente a decir, que tranquilos todos; que va a hacer cumplir
la Ley. Faltaría más. Es su primera y más importante obligación: “Cumplir y
hacer cumplir las leyes”. Pero al Sr. Rajoy hay que recordarle que la misión de
un presidente, además de hacer cumplir las leyes, está ahí para hacer política,
y no campaña electoral. Algunos ya habíamos advertido de que hacer política,
solo con la ley en la mano, estaba alimentando el problema. Ahí está.
La situación es tan grave, que el
mismo día 27 por la mañana temprano, tenía que haber llamado a todos los
líderes políticos, constituir un gabinete de crisis, y elaborar un comunicado
firmado por todas las fuerzas parlamentarias. Pero no. Ha preferido hacer
campaña, y actuar por sí solo, igual que lo ha hecho durante los cuatro años de
legislatura. Así nos ha ido. Los consensos no entran en el ADN del PP.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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