El niño de la playa
Se ha convertido en el símbolo de la tragedia de los refugiados que
huyen de la guerra en Siria. Y es que algunos aún no se han convencido de que
los derechos humanos son eso: “Un derecho”. No es una avalancha, no es cuestión
de buenas obras, no es cuestión de solidaridad, no es cuestión de cupos,…es, ni
más ni menos que un derecho.
Los gobiernos tienen la obligación de cumplir con este derecho. No
caben dudas, ni discusiones. Hay que atender a los refugiados. Y el gobierno
está siendo un poco cicatero a la hora de cumplir con esta obligación.
Ha tenido que producirse la desgraciada foto, y la reacción inmediata
de algunos ayuntamientos, para que el gobierno de Rajoy rectifique y diga que está dispuesto a recibir a quienes
corresponda. Si, algunos ayuntamientos gobernados por populistas radicales y
peligrosos han reaccionado antes que el Gobierno del PP
Julio García-Casarrubios Sainz
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