La lealtad
“En
política la lealtad se practica solo cuando la traición no ofrece dividendos”.
Es una frase demoledora que pone de manifiesto una de las razones por la que
cierto sector de la política nos ha conducido a la mayor crisis política que
una sociedad avanzada y desarrollada haya sufrido en la historia, al menos en
la historia reciente.
En
el mundo de la política el concepto lealtad debería reducirse al ámbito de lo
ideológico. Un político debería cumplir, como único catecismo, la lealtad a la
derecha o a la izquierda, al conservadurismo o al progresismo, al liberalismo o
al socialismo. No habría crisis política si esa fuese la única y última lealtad.
El
desprestigio de la política empieza porque la lealtad se practica hacia la
posición o hacia la persona que puede favorecer los intereses particulares. Es
el caso de la lealtad para aprovecharse del cargo, o aquella lealtad que lleva
a situarse a la sombra de quien va a favorecer intereses que no tienen nada de
ideológicos.
Julio García-Casarrubios Sainz
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