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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Se ha insistido mucho, quizá
demasiado. No. Demasiado no. Mejor dicho: se ha insistido mucho pero,
inútilmente. No había dado los frutos, hasta que no ha llegado el 24-M. El
pueblo, los ciudadanos, los votos, han sido los que han sabido traducir la
gravísima situación a la que nos había conducido la crisis económica y la
crisis política, más la política que la económica.
Se ha insistido mucho en la
pérdida de derechos y libertades. Nos hemos centrado todos en el
desmantelamiento de la Educación y la Sanidad Pública, que ha llevado a cabo el
Partido Popular en estos escasos cuatro años. Hemos puesto el punto de mira en
la reducción a la dependencia, a la cooperación, a las becas. Y sobre todo lo
que más ha puesto de manifiesto el desatino de las políticas neoliberales ha
sido el injusto reparto de los costes de la crisis y las desigualdades. ¡Ah! Se
me olvidaba la corrupción; los dineros que han volado y la impunidad con que se
ha hecho.
Pues bien: siendo cierto todo
esto, que lo es, falta algo que ha sido fundamental. Quizá parezcan de mayor
gravedad los problemas enunciados, pero, ¡ojo!: Ha sido más trascendente que
todo lo dicho: la falta de diálogo. Alguien ha estado haciendo lo que les ha
dado la real gana, sin escuchar la opinión de nadie. Y no es solo una falta de
cortesía, falta de política democrática, no. Es que no ha funcionado. Es que si
se hubiese escuchado y respetado a los demás, todo ese conjunto de “errores
políticos y sociales”, quizá se hubiesen paliado de algún modo.
Hemos asistido a lo que el PP
llama estabilidad. Dicen: “Nosotros o el caos”. Claro, es el subconsciente que
les traiciona a veces. Algunos llaman estabilidad a las mayorías absolutas
porque así no hay que dialogar con nadie.
Pues, eso se ha acabado. Ahora
para gobernar hay que dialogar. No queda otro remedio. Es el mandato de la
ciudadanía. Y quien no entienda esto es que no sabe leer el resultado de las
urnas, o que tiene muy mal perder. Hay que estar preparado para esta nueva
forma de hacer política. Emiliano García-Paje, lo ha dicho con toda claridad:
Los ciudadanos nos han mandado dialogar. Para hacer frente a la difícil
situación en la que estamos, solo se puede hacer “dialogando”.
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