viernes, 11 de abril de 2014

LA INTEGRACIÓN


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Educación para el siglo XXI   (17)
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La falta de convencimiento en el modelo comprensivo podríamos quizá situarla en la mentalidad, de una parte muy generalizada de la sociedad, convencida de que la enseñanza debe centrar toda su actividad casi exclusivamente en la transmisión de conocimientos. Es el aspecto instructivo de la enseñanza, que no puede aparcarse, pero que no debe ser el centro de la actividad educativa.

Es cierto que el término comprensivo no parece en las últimas reformas educativas. Pero no es porque se haya abandonado, ni mucho menos porque se haya desfasado. No parece por razones etimológicas; es un término que se presta a multitud de interpretaciones de significado, por motivaciones ideológicas y por dificultades de traducción. Pero ello no debe interpretarse como algo desfasado. Todo lo contrario: el verdadero espíritu del término comprensivo está cada vez más presente en cualquier sistema educativo moderno.

De todas formas, hay que dejar muy claro que se trata del modelo más adecuado a las enseñanzas obligatorias. En los periodos de enseñanzas voluntarias sí que pueden, y en muchos casos, se deban aplicar modelos más selectivos.

Tanto la Educación General Básica como la LOGSE están impregnadas de espíritu comprensivo, precisamente porque tienen por objetivo último la integración de todos los sectores sociales, sin diferenciación alguna. Es obvio que si queremos integrar a todos los ciudadanos en la Educación como un derecho, tiene que ser, sin más remedio, una escuela comprensiva, o unificada, como también se la conoce.


El concepto de escuela comprensiva, unificada, e integradora, requiere mucha explicación, mucha preparación y una adaptación permanente. Pedro su aplicación debe quedar fuera de todo debate. Si negamos este modelo en las enseñanzas obligatorias estamos negando la propia Constitución. Por ello si analizamos la Reforma Wert, no sería muy descabellado advertir de su inconstitucionalidad. El artículo 27 de nuestra Constitución protege la igualdad de condiciones en el derecho a la Educación.

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