sábado, 7 de diciembre de 2013

OTROS MENESTERES


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Apuntes del Siglo XX….y XXI
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La opinión generalizada coincide en que nuestra Constitución ha sido clave para la Transición de la dictadura a la democracia. Todos coinciden en que ha sido la más duradera en el tiempo, y que ha jugado un papel decisivo para incorporarnos al núcleo de países modernos y desarrollados. Nadie, con más o menos convicción, pone en duda que la principal virtud hay que situarla en el consenso. Todos tuvieron la inteligencia y la generosidad suficientes para fijar el marco legislativo que España necesitaba en ese momento.

El problema es que, el momento ha cambiado, y la Constitución no se ha adaptado a los nuevos tiempos. ¿Por qué? Quizá por falta de visión, o falta de decisión, o falta de iniciativa. Personalmente me atrevería a poner la causa, en que hoy no existe ni la inteligencia y ni la generosidad para, debatir, ceder, consensuar, una reformada y actualizada Constitución. Repasemos las circunstancias, comparemos, y saquemos nuestras propias conclusiones.

La Constitución actual se diseñó hace 35 años. Han cambiado las circunstancias, pero también han cambiado los protagonistas, y buena parte de la sociedad. Aquel proceso constituyente pudo llevarse a cabo porque hubo un liderazgo fuerte que sabía lo que quería, que tenía la convicción de lo que España necesitaba; hubo un ramillete de políticos que supieron anteponer los intereses del Estado a los suyos propios; y hubo una sociedad que, desde un principio captó el mensaje de sus líderes, porque el mensaje era claro y convincente.

Ninguna de esas circunstancias se dan hoy; porque padecemos una crisis política de narices. Pero he aquí el dilema: la Constitución hay que reformarla, sí o sí. Si no lo hacemos, si no la adaptamos a las nuevas necesidades, muchos de los logros se van a ir al traste. Corre peligro el Estado de las Autonomías; y corre peligro el Estado del Bienestar. ¿Será quizá que el liderazgo no aparece porque no existe la convicción de un Estado descentralizado y basado en el Bienestar Social? ¿No será que quienes hoy ponen en duda la reforma de la Constitución son los mismos que nunca tuvieron la convicción de su necesidad? ¿O se encuentran distraídos en otros menesteres?



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