EL FEDERALISMO

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Apuntes del Siglo XX….y XXI

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Vengo denunciando desde esta columna que el principal problema que tiene España con Cataluña es como un choque de trenes. Se han enfrentado dos posiciones antagónicas por ideología nacionalista y, lo que es peor, por intereses electoralistas. De forma que donde no había un verdadero problema lo están creando, donde las respectivas sociedades convivían con absoluta normalidad, salvo minoritarias excepciones. El problema se agrava de tal forma, mejor dicho, lo agravan ciertos políticos, hasta el extremo de que se corre el peligro de la fractura social. Ya se empieza a percibir un odio que antes existía en mucha menor medida.

Por un lado existe el sentimiento nacionalista, moderado a veces, radicalizado otras, tanto en el catalanismo, como en el españolismo. Sentimiento equivocado, y más hoy, en un mundo que va hacia la globalización. Los datos son contundentes y tozudos. En un mundo formado por 180 países, existen más de 3000 comunidades nacionalistas. Lo que revela a las claras que hay un sentimiento de unificación por encima del puro nacionalismo. Las nacionalidades se agrupan en países, manteniendo su identidad con respeto mutuo.

Un porcentaje altísimo de españoles aceptan con normalidad la realidad de Cataluña. Y viceversa, una inmensa mayoría de catalanes aceptan la existencia de España. Sin embargo, últimamente, parece que las encuestas arrojan unos porcentajes menos alentadores. Y es lógico los enfrentamientos crean división. No hay derecho que se vaya hacia esa división porque un dirigente, políticamente acabado, quiera resucitar de sus propias cenizas, echando carnaza a sus seguidores con mensajes falsos: “España nos roba lo que es nuestro, nos está engañando”. Él sí que engaña.

Y cuando en el lado contrario se apunta como solución, el federalismo, se reacciona con el mensaje, igual de falso: “Algunos quieren romper España” No. Alemania y Estados Unidos, por poner dos ejemplos muy destacados, son dos Estados Federales que han crecido y se han formado, alcanzado cotas de desarrollo como ningún otro. Federalismo no significa, fractura. Es sencillamente una fórmula para un reparto justo, equitativo y más sostenible. No engañemos. Así no se encuentran soluciones.