¿CUÁNTO TARDARÁ?

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Apuntes del Siglo XX….y XXI

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A las sociedades en su conjunto no se les engaña. Tarde o temprano, a corto, a medio o a largo plazo, terminan dándose cuenta del engaño. Perciben siempre que hay políticos que venden lo contrario de lo que nos dicen. Es el mal comerciante, que en vez de buscar su prestigio a base de ofrecer calidad, lo que hace es engañar en el producto. Te está vendiendo algo como bueno, que él sabe que no lo es.

Josep Ramoneda escribe: “En realidad, el Gobierno está cumpliendo a rajatabla el viejo programa anunciado por Reagan a principios de los ochenta: la función del Estado es garantizar la seguridad, el cumplimiento de la Ley y la sumisión de la ciudadanía a las exigencias del poder económico.” Es todo un programa neoliberal llevado a su más pura esencia. Es el programa del Gobierno del Partido Popular.

Dicho así, podemos discrepar, podemos manifestar nuestro desacuerdo, pero no deja de ser una ideología, como otra cualquiera. Una ideología digna de todo respeto, y que un partido liberal conservador tiene todo su derecho a poner en práctica.

El problema del Gobierno Rajoy es, que tanto en su mensaje como en su estrategia de gobierno, encierra un engaño; hay un programa oculto; se está confundiendo a la sociedad. Lo negativo de los dos años del actual gobierno, no es que sean políticas de rango neoliberal, por mucho que las repudiemos, que algunos las repudiamos, no; lo malo es que ha incumplido su programa, es que ha hecho lo contrario que prometió, es que no ha sucedido nada tal como se anunció. Y, ¿por qué engañan? Porque la verdad descarnada de sus más íntimas intenciones no se pueden vender como producto de calidad.

Lo que ocurre es que la paciencia de esa sociedad, por muy pancista que la creamos, por muy ignorante que parezca, tiene un límite. En otras épocas muy pasadas los abusos de la política sobre la sociedad tardaban muchos años en aflorar y en explotar. Pero hoy, la globalización y la comunicación, hacen prever que el engaño no pueda aletargarse mucho tiempo. Y llegará, por muchas medidas de seguridad que pretendan sacarse de la chistera.