martes, 19 de noviembre de 2013

LA EDUCACIÓN AVANZA

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Educación para el siglo XXI   (2)
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Los sistemas educativos en España han avanzado mucho. Gracias a ello hemos conseguido dos cosas. La más importante ha sido hacer llegar la educación a todos los ciudadanos; lo que conocemos como universalización de la enseñanza. En ese terreno se ha dado un paso importante. Y por otra parte nos hemos colocado en el ranking de los países más desarrollados en cuanto a rendimiento del alumnado. El problema es que, en este sentido queda mucho camino por recorrer. No estamos a la cola como dicen algunos, pero se puede mejorar mucho. Quedan numerosos puestos que escalar para situarnos en la zona de cabeza. Y podemos hacerlo.

Ese es el reto que nos queda como asignatura pendiente. No es fácil. Hay que consensuar muchas estrategias; hay que ser valientes para afrontar nuevas etapas en el progreso de los nuevos retos. No es posible avanzar si aplicamos las mismas reglas de juego de siglos anteriores. Tenemos que convencernos de que no puede afrontarse una educación universalizada, con los mismos métodos que se han venido aplicando, con enseñanzas impartidas a alumnos previamente seleccionados. No se puede avanzar con los mismos buenos resultados en aulas donde los alumnos han llegado cumpliendo unos requisitos establecidos, que en aulas donde se concentran alumnos de todos los niveles sociales y culturales.

El gran reto pues es avanzar en calidad, sin renunciar a la universalidad. Es un reto que han tenido que afrontar todos los países desarrollados desde que introdujeron una enseñanza para todos. No es una tarea fácil. Porque hay que atender a la diversidad del alumnado, manteniendo la igualdad de oportunidades y los criterios de excelencia. Va a ser difícil de estructurar y caro para establecerlo.

Y una dificultad añadida: tenemos que hacerlo entre todos, y todos no están dispuestos a que la enseñanza se desenvuelva bajo los criterios de universalidad y de igualdad de oportunidades. No. Algunos se oponen, más o menos soterradamente. ¡Cómo vamos a aspirar a que compartan estos ideales los sectores de la sociedad que aplauden la reforma Wert! Será muy difícil, pero no podemos renunciar a emprender con ilusión una tarea que se barrunta apasionante.



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