Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Ya ha pasado la Diada. ¿Y ahora qué? Ahora ¿discutir si
han sido medio millón o millón y medio? Mal camino es ese. Es el camino propio
de políticos que no saben qué hacer, y pretenden distraernos con discusiones
absurdas. Sí. Políticos que no tienen ni pajolera idea de cómo afrontar el
problema creado por ellos. Problema muy grave, por cierto. ¡Muy serio! Y lo
peor de todo es que el problema es mayor de lo que fue ayer y menor de lo que
puede ser mañana. Son las consecuencias de políticas equivocadas, políticas
motivadas por interés partidistas
Lo indignante en este caso es que ha estado agravado por
posiciones y declaraciones irresponsables. En buena parte, el problema ha sido
provocado. Porque, en general, la convivencia entre ciudadanos catalanes y los
del resto de España, se ha desarrollado siempre por cauces normales. Solo que
los catalanes tienen una mayor conciencia de su origen y de su cultura. ¿Y qué?
¿Eso es malo? Es así, y así hay que aceptarlo. Hay que respetar los
sentimientos, a favor de una mejor convivencia.
Por una parte, un político, dirigente de un partido que
nunca fue independentista se saca de la manga la independencia, para salvar su
pellejo –político- y buscar apoyos. ¿Y el resultado? Que se ha arruinado desde
el punto de vista político y ha metido a su pueblo en una encrucijada de muy
difícil salida. Y en el lado contrario, un partido, y todos sus medios afines,
que no desaprovechan ocasión para lanzar mensajes de catalanofobia, y así
alimentar a un sector de los suyos.
Son a veces los políticos, que donde ponen la mano todo
lo dejan maltrecho y rasgado. Son los políticos, que motivados por razones
electoralistas, para beneficiarse de cuatro desgraciados votos, han sembrado el
rechazo entre catalanes y los demás españoles. Y ahora a tratarlo ambos líderes
de forma secreta. ¡No! Una vez más se equivocan. Transparencia y diálogo.
Consenso. Consensuar las fórmulas que encuentren el encaje de Cataluña en el
Estado Español. No mientan a los ciudadanos. La separación no es la solución.
Hay que decir a los ciudadanos que todos perderíamos. Cataluña no puede existir
sin España, ni España sin Cataluña.
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