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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Visto con la enorme benevolencia que da la distancia,
1982, para unos puede ser el año de la consolidación, para otros pudiera ser el
año de la ruptura; satisfacciones o decepciones. Pero, tanto para unos, como
para otros, lo que no puede negar nadie es que fuera un año que pasara
desapercibido. Todos los acontecimientos ocurridos en este año tuvieron la
trascendencia suficiente para establecer un antes y un después en la historia
reciente de España. Progresistas y conservadores, de acuerdo o en desacuerdo,
todos sentían que algo se iba moviendo hacia la modernidad.
El año 1982, significa la llegada de un socialismo de
nuevo cuño, un socialismo de nuevas caras, un socialismo que hacía olvidar
antiguos resquemores, en definitiva un socialismo que trajo la ilusión de que
España podía cambiar. Líderes que fueron capaces de asegurar que “a España no
la iba a conocer ni la madre que la parió”. Y así fue. Basta ver las
estructuras económicas, el fortalecimiento de las clases medias, el sistema
fiscal, la universalización de la Sanidad y de la Educación, o el peso de
España en el concierto internacional. El cambio de un país pobre y anticuado, a
un país próspero y moderno.
El reto era muy difícil, y se consiguió. Por muy grave
que sea la crisis actual, que lo es, y por muy difícil que sea el futuro que se
nos avecina…, no era menos penoso cambiar las estructuras económicas, políticas
y sociales de años, de siglos. ¿Qué hubo en el año 1982, que no lo haya en el
presente 2013? Muy sencillo: Hubo un proyecto ilusionante y unos políticos con
capacidad de liderarlo.
Esa es la clave para afrontar el presente y el futuro de
España y de los españoles hoy, en el año 2013. El PSOE de 1982 sabía lo que
quería y lo que tenía que hacer, -el proyecto-, y tenía un equipo de personas
capaces de liderar ese proyecto. Ambos aspectos fueron suficientes como tarjeta
de presentación, fueron suficientes para crear la ilusión de un cambio. ¿Qué
tiene el PSOE en 2013? El proyecto lo está preparando. ¿Será lo suficientemente
valiente e ilusionante? Esperemos que sí. ¿Y el liderazgo? ¡Se puede repetir lo
de 1982! Pero hacen falta el proyecto… y el liderazgo. Con proyecto y líderes
como los de 1982, 2013 será otro año de cambio.
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