EUROPA A DEBATE

___________________________________________________

Apuntes del Siglo XX….y XXI

___________________________________________________

Como director del “Centro de Estudio y Participación”, me he tomado la libertad de fijarme en una de las muchas ideas recogidas durante los dos meses que ha durado el debate. Dos meses recibiendo colaboraciones, y contestando a las muy variadas opiniones, enriquece el pensamiento sobre los temas planteados. Esta vez se ha planteado el tema: “La socialdemocracia”. Han sido muchos los vértices desde donde se ha observado la socialdemocracia. Pero en esta ocasión me voy a quedar con uno, que me ha llamado especialmente la atención.

La socialdemocracia y su aportación a la construcción europea. Una Europa de los pueblos basada en la cohesión y la solidaridad. Una Europa que dejaba atrás el continuo estado de guerra, sin menoscabo de sus peculiaridades culturales.

Lo que hoy conocemos como Unión Europea, inició su andadura hace 70 años. Son 70 años de prosperidad y desarrollo, 70 años sin guerras internas, y 70 años siendo el espejo del mundo en bienestar social. Europa ha sabido progresar atendiendo al bienestar social de sus ciudadanos. Europa ha podido ser potencia mundial con bienestar social. El bienestar social no es un obstáculo para el progreso. Todo lo contrario, ayuda al progreso y al desarrollo.

La base de esa prosperidad y ese bienestar social debemos situarla, sin ningún género de dudas, en la cohesión y la solidaridad. No solo por lo que representa en el campo de los derechos humanos; es sobre todo por estrategia. Una gran parte de la prosperidad se le debe a la lucha contra las desigualdades.

Si repartimos la riqueza, con solidaridad y cohesión, estaremos contribuyendo a crear una sociedad con mayor poder adquisitivo, una sociedad que viva mejor, una sociedad que consuma más. Una sociedad que al demandar más, hace aumentar la oferta. Se producirá más y se consumirá más. Todo lo contrario de la deriva que ha tomado la economía y la política imperante en Europa desde hace algunos años. El austericidio ha conducido a una sociedad más pobre, que ha perdido los derechos conseguidos de bienestar social, y además una sociedad sin poder adquisitivo. Una estructura en la que las diferencias entre norte y sur, entre países ricos y países pobres es cada vez mayor, nos ha hecho más pobres a todos.