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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Dice Mariano Rajoy: “No he cumplido lo que prometí, pero
he cumplido con mi deber”. En política, es una frase que encierra una gravísima
irresponsabilidad. Y si se trata de un presidente del Gobierno más aún. Quizá
el autor de la frasecita pretendía dar una imagen de persona seria que pone el
cumplimiento de su deber por encima de todo; o quizá pretendía justificar las
promesas incumplidas. Sí. Todo parece indicar que se trata de una burda
justificación. Un líder de la más elevada responsabilidad del Estado, no puede
esconder un incumplimiento, con el pretexto de otro cumplimiento más inmediato.
Porque, no cumple con su deber, si no cumple con lo
prometido. El programa electoral diseñado por un partido que se presenta a unas
elecciones es lo más sagrado en democracia. Hasta el extremo de que si fuera
cierto, -que no lo es- que no ha podido cumplir sus promesas porque las
circunstancias sobrevenidas han cambiado el panorama político, debe volver a
poner su cargo a disposición de los ciudadanos que lo eligieron. Porque lo
eligieron para hacer lo que dijo. Es una regla que en democracia no se puede
saltar, con razón, o sin ella. Esta vez, además, tiene la gravedad añadida de
que no tiene razones para cambiar su programa.
Zapatero gobernó durante la primera legislatura, con el
programa social que había prometido. España avanzó en derechos sociales como
nunca lo había hecho. Pero llegó aquel fatídico día 10 de mayo de 2010, cuando
las circunstancias financieras internacionales hicieron cambiar el rumbo de la
economía mundial, y se vio obligado, según su creencia, y la de muchos, a tomar
medidas que iban en contra de sus principios. Fue cuando dijo aquella frase de
“hago esto me cueste lo que me cueste”.
Por muy sobrevenida que fuera la nueva situación,
Zapatero se equivocó. Es cierto que entonces no se sabía lo que nos venía
encima. Dos años después, cuando Rajoy presentó su programa sí lo conocía. A
pesar de todo, Zapatero debió devolver a los ciudadanos la posibilidad de elegir
un nuevo gobierno, en ese momento. Otro gallo hubiese cantado, al PSOE, y a
España. No, Sr. Rajoy, no está Vd. cumpliendo con su deber. Está faltando a su
deber. Hasta el extremo de que muchos pensamos que tenía unas intenciones que
ocultó; que está haciendo lo que de verdad quería hacer.
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