sábado, 20 de octubre de 2012

¡LO DE SIEMPRE!


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Apuntes del Siglo XX….y XXI
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Resulta curioso, y digno de reflexión, echar la mirada atrás y comparar con el presente. François Hollande ha declarado que seguimos moviéndonos entre freno o aceleración, entre rigor o solidaridad. Y todo parece indicar que así seguiremos por un tiempo, desgraciadamente no todo lo breve que desearíamos. Todos sabemos que cuanto más rigor impongamos en las cuentas, más freno estaremos echando al crecimiento. Sin despreciar el concepto de rigor en la economía, todo el mundo está ya convencido de que así no lograremos salir de la crisis. Con el pretexto del rigor estamos cerrando toda posibilidad de crecimiento. Nadie lo duda a estas alturas.

Sí. Muy curioso. ¿Se acuerdan cuando todos sabíamos que la burbuja en la que nos habían metido las cabezas pensantes del poder financiero, no podía sostenerse? Todos sabíamos que en cualquier momento iba a reventar. Y reventó. Ahora todos sabemos que sin políticas de crecimiento, no solamente que no saldremos de la crisis, sino que cada día la sociedad está dando pasos atrás en su bienestar, en su calidad de vida. Cuanto más tardemos en salir de la crisis, en peores condiciones va vivir la sociedad del futuro.

Curioso. Sí. Todos sabíamos que la burbuja iba a reventar y no se hizo nada por evitarlo. Todos sabemos que sin políticas de crecimiento no salimos de la encrucijada. Estamos convencidos de que así nos dirigimos al hundimiento y a la desigualdad social. Pero nadie lo evita. Nadie pone las medidas para compaginar la austeridad con el crecimiento. Austeridad sin crecimiento, igual a ruina total.

Pero, ¿por qué vuelve a pasar lo mismo? ¿Por qué sabiendo lo que ocurre seguimos empecinados? Solo se me ocurren dos razones. No hay líderes políticos que, con coraje y absoluta independencia, puedan decir: ¡Hasta aquí! Y la otra, tan o más evidente: hay una clase política y financiera convencida ideológicamente de que el bienestar social no es sostenible de forma universal. Las cabezas pensantes dedicadas a poner de vez en cuando un freno para que los privilegios no lleguen a todos por igual, porque sería, según ellos, la ruina del sistema. ¡Lo de siempre!


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