TRAICIONAR A LOS MUERTOS

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Apuntes del Siglo XX….y XXI

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Uno de los ejes de la política, desde la Transición, ha sido la lucha contra ETA. El sinsentido de ETA ha marcado la historia reciente de España. Han sembrado mucho dolor. Todos los gobiernos, sin excepción, han contribuido a que la banda deje de matar. Una vez más, el Estado de Derecho, se ha impuesto a la barbarie. Hemos logrado, parece que de forma definitiva, lo que tanto hemos anhelado los demócratas: “que las reivindicaciones políticas se hagan con la palabra”. En democracia todo se puede pedir, todo se puede discutir, todo. La única condición es que se haga en el marco del respeto a las reglas del juego democrático.

El PSOE ha hecho bien en no presumir de que el final de ETA se haya producido durante su mandato. Ha hecho muy bien en no colgarse la medalla. Ha sido una auténtica lección. Todos los gobiernos han contribuido a terminar con esta lacra. La enhorabuena debemos adjudicársela a todos los ciudadanos de bien.

En estos días estamos viendo la grandeza del Estado de Derecho, la grandeza de la democracia. Al terrorista Josu Uribetxeberria Bolinaga se le aplica la ley como a cualquier otro encarcelado. Y lo que es más importante, se le aplica por razones humanitarias. Así lo ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y así lo ha apoyado el PSOE desde la oposición. En el terreno antiterrorista no cabe otro tipo de debates. En los temas de Estado la unidad con el Gobierno es obligada.

Algunos están acusando injustamente a Rajoy de haberlos traicionado. No se han dado cuenta de que hay cuchillos que cortan por ambos filos. ¿Y por qué? Porque el partido de Rajoy los apoyó cuando estaba en la oposición. Mal hecho. Ha sido un error que les pesará durante años. Y claro, ahora se sienten abandonados. Esos que ahora se quejan, fueron en las manifestaciones, contra la política de Zapatero, de la mano de dirigentes del PP. El partido que ahora desde el Gobierno, hace lo que debe hacer. Este Gobierno está obrando bien, y teniendo la suerte de no tener que escuchar: “Zapatero y ETA son aliados potenciales”. Ni tener a ningún Rajoy recriminándole: “Vd. ha traicionado a los muertos”. Está teniendo la suerte de escuchar a una oposición declarando que apoya al Gobierno incondicionalmente.