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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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No hay propósito de la enmienda. No veo
por ninguna parte el deseo de rectificar los caminos equivocados. El análisis y
la rectificación, son dos virtudes, que en política brillan por su ausencia.
Alguien debería hacerse ciertas preguntas, en lugar de empecinarse en
posiciones evidentemente equivocadas. Yo admito los errores, admito una idea
equivocada que conduzca a una situación no deseada. Pero que cuatro años
después, sigamos, erre que erre, empeñados en la misma idea, debe tener alguna
explicación. Quizá que yo sea un ignorante, quizá se me escape. Es posible.
Tiene que ser eso. Porque de lo contrario, no lo entiendo.
Nadie duda a estas alturas que la
crisis ha sido provocada por unas muy malas prácticas en el sistema financiero.
Y ahora resulta que esos mismos quieren arreglar el gallinero imponiendo sus
reglas de juego. Normal. Los países más débiles son los que antes han caído, y
los que peor lo están pasando. Pero eso no es lo más grave. Si le damos dinero
para rescatarlo, y al tiempo le ponemos unas condiciones asfixiantes para que
devuelva lo prestado, resulta que no lo hemos rescatado. Lo que hemos hecho es
hundirlo más. Todos los países rescatados han salido perdiendo.
Esas mismas reglas de juego, que
establece el poderoso, hacen que España, o Italia, tengan que pagar por su
deuda un interés en torno al 7 %, mientras que Alemania lo está pagando al 1,32
%. ¿A eso le llamamos construir una Europa común? ¿Eso es lo propio de una
Unión Europea con una moneda única? No. Así, cada día que pasa, existen más
diferencias entre unos y otros. Así los países rescatados están cada vez más
lejos de salir del oscuro túnel, están peor. Así los países que estamos a punto
de ser rescatados nos acercamos más y más al borde del precipicio.
La confianza en España ni se ha
logrado, ni se logrará, con más recortes. La confianza se logrará cuando
mostremos ser capaces de crecer. Si una familia, o un pequeño empresario, está
en apuros, lo primero que hay que hacerle, lo más urgente, es permitirle que se
endeude un poquito más, con créditos no agobiantes. Así le permitiremos crecer,
y pagar su deuda. Pero si le exigimos más austeridad, si le imponemos más
recortes, cada vez tendrá menos posibilidad de salir del túnel.
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