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Apuntes del siglo XX…
y XXI
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Lamentable.
Después de 33 años de régimen democrático, tener la necesidad de hablar de
regeneración democrática es…
sencillamente lamentable. La democracia se resiente en la Justicia, en
la política, en la economía, en las relaciones laborales, en la Educación, en
la Sanidad, en lo social,… en todo. Ya no es el problema puntual de cualquiera
de estos aspectos; no; es problema de la democracia misma. Son los fundamentos
democráticos los que están fallando. Nuestra democracia empezó en la Transición
basándose en el consenso. Hoy el consenso es imposible, porque la democracia se
ha debilitado.
Desde esta
columna, y desde otras muchas, se viene denunciando, hace tiempo, que la crisis
económica es más crisis política que económica. Ahora se impone dar un paso
más: “es una crisis democrática”. Los partidos políticos deben luchar para
salir de la crisis, y saldremos. Pero se salvará el sistema financiero y los
mercados. El ciudadano no se salvará, se hundirá. La partidocracia se ha
convertido en la búsqueda de la solución, y el futuro del propio partido. Por
eso los partidos no luchan, no logran que la acción vaya dirigida hacia el
beneficio del ciudadano. Por eso no es posible el consenso; porque cada uno va
a lo suyo. El debate político se ha convertido en la lucha por el poder de los
partidos.
El ejemplo
más reciente, es el de Radio Televisión Española. Es el más claro botón de
muestra del deterioro democrático que sufre la mayoría, por no decir la
totalidad, de nuestras instituciones. Con la Ley de nombramientos del ente
público, del año 2006, habíamos logrado un nivel bastante aceptable, de imparcialidad,
de pluralidad, y de calidad. Habíamos logrado unos servicios informativos de
prestigio, dentro y fuera de España. Está claro que se intenta volver a la RTVE
del Gobierno. Está claro que volvemos a una televisión al servicio de los
intereses partidistas.
A los cinco
meses de la llegada de Rajoy a la presidencia del Gobierno, “un decreto ley”,
-sin debate alguno-, modifica los nombramientos para volver al modelo que
permite al Gobierno nombrar los cargos en RTVE. El partido se pone por delante
del interés general. Es un golpe bajo a la democracia.
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