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Apuntes del Siglo XX….y XXI
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Ya hay
motivos suficientes para que Rajoy se diese cuenta de que el problema de
España, de Europa y de la crisis, no es José Luis Rodríguez Zapatero. Ni
siquiera de la herencia recibida. Bueno sí: de la herencia recibida. Pero no la
herencia a la que permanentemente se refiere el Partido Popular. No. Otra
herencia.
Es la
herencia del neoliberalismo. Ya sé que hay personas que se le remueven las
vísceras, cuando a alguien se nos ocurre situar el origen de nuestros males en
el neoliberalismo. Pero, ¡qué le vamos a hacer! Hasta cierto punto es
comprensible.
Vamos a
situarnos en el año 1996. En España, llega al poder el Partido Popular. El
partido que “sabe siempre lo que hay que hacer”. El Partido que en el ciclo
político, le ha tocado siempre “arreglar los desaguisados que ha ocasionado el
Partido Socialista”. Presidente, José María Aznar, fiel representante del
movimiento neocón. Nada que objetar. Todos tenemos derecho a inscribirnos en la
ideología preferida. Ministro de Economía, Rodrigo Rato, y subsecretario de
Economía, Luis de Guindos.
No seré yo
quien diga que todo lo hicieron mal. Unas cosas las hicieron bien, y otras
menos bien. Como todos. Pero, si se me permite: su política era neoliberal.
Tendencia ideológica, que desde el máximo respeto, yo no comparto. Y no
comparto, más por su trayectoria, que por su pensamiento.
El Partido
Popular pierde el poder en el año 2004. Y se lanzan al espacio mundial a
recolocarse. “Como todos”. Entre otros muchos cargos, quiero destacar a Rodrigo
Rato en el FMI, y a Luis de Guindos en el Lehman Brothers. Transcurridos unos
años, vuelven a España. Rodrigo Rato a dirigir Caja Madrid, que después de muy
dudosas fusiones, se transforma en Bankia. El que estaba destinado a ser el
“Gran Banco” promovido por el PP. Y Luis de Guindos, nada más y nada menos,
que, desde la quiebra del Lehman Brothers, a ministro de Economía con Mariano
Rajoy.
Del
movimiento neocón al desastre Bankia, hay un largo y desafortunado recorrido
que sería muy interesante analizar. Pero eso, queda para otro, o más días.
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