EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA

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Apuntes del Siglo XX….y XXI

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Cuando Mariano Rajoy, en aquella rueda de prensa, sin comentarios y sin preguntas de periodistas, leyó la lista de los ministros que iban a formar su primer Gobierno, me pareció como primera impresión, que se hacía cargo del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, -ahí es nada- un gran sociólogo, hombre que merece todos mis respetos, pero que no me parecía el más apropiado para esa misión. Pensé en ese momento que un hombre de gran prestigio, podría perderlo y estrellarse en el intento. Ni es experto en Educación, Cultura y Deportes, ni mucho menos lo es en política. Es pronto, pero todo parece indicar que acaban de meterle el primer gol.

El Ministro de Educación declara en una entrevista radiofónica que, el motivo de suprimir la asignatura de “Educación para la ciudadanía” es porque no parece razonable poner en los centros educativos un texto que trata de adoctrinar a los alumnos. El entrevistador le pregunta: ¿puede decirme Vd. un capítulo o fragmento en el que pueda verse tal adoctrinamiento. A lo que José Ignacio Wert contesta leyendo un párrafo contra el capitalismo, y a favor del socialismo.

Esta discusión, yo la he tenido en bastantes ocasiones. Y mire Vd. por donde, siempre me han contestado con un párrafo de ese mismo libro, cuando, les he pedido que me demuestren que la asignatura adoctrina a los alumnos. Es evidente que existe una campaña para posicionarse contra la asignatura sin declarar la verdadera intención de los que se oponen. La propia editorial se ha visto obligada a desmentirlo.

Nota textual de la Editorial: “Ediciones Akal, editorial del libro Educación para la Ciudadanía. Democracia, capitalismo y Estado de Derecho citado por el ministro de Educación, José Ignacio Wert como libro de texto, ha querido aclarar que el citado texto es un ensayo crítico sobre la asignatura y en ningún caso un manual de texto de Educación para la Ciudadanía”. 

Quienes se oponen a tal asignatura no nos están diciendo la verdad. Tengo la impresión de que en el fondo les gustaría adoctrinar, pero a su favor. Lo que no les encaja es que se enseñe en nuestras escuelas el respeto a las demás posiciones. Pero como eso no lo pueden decir, tienen que recurrir a leer párrafos de libros que no son textos de alumnos. Porque lo que en el fondo les gustaría es la imposición de su propia ideología. Ideología que no es posible imponerla si la asignatura pone en valor la libertad y la tolerancia.