domingo, 8 de enero de 2012

SÍ A CRISTINA NARBONA


____________________________________________________
Apuntes del Siglo XX….y XXI
_____________________________________________________

No importa si es de este o de aquel bando. No importa a quien esté apoyando. A estas alturas de la película solo importa el mensaje, el contenido. Precisamente es la hora de las ideas, de los proyectos, no de las personas. Es muy fácil decir que va a ser el Congreso de las ideas, de la refundación, si quieren. Pero si los ciudadanos percibimos que eso es simplemente el pretexto para entablar una lucha de poder entres distintos líderes, el desencanto volverá una vez más. No corre prisa ninguna elegir al sucesor de Zapatero. Incluso podría quedar pendiente esa elección para más adelante; cuando las ideas, el proyecto, queden muy bien definidos. Mientras, puede quedar el partido bajo la dirección de una gestora colectiva formada por políticos de gran experiencia y prestigio, con el encargo de diseñar el marco ideológico y estratégico a seguir en el futuro. Sin pausa, pero sin prisa.

Leyendo el manifiesto de Cristina Narbona se revuelve en mí lo que siempre me ha obsesionado. Algo que nunca aparté. Siempre lo tuve presente. En mi mente y en mis cuartillas. Lo he pensado, lo he dicho, y lo he escrito. La corrupción y el fraude deben desaparecer de nuestro espectro político. Las cifras y los casos son tan alarmantes que muy bien podemos afirmar que obtendríamos más ingresos que con todos los recortes pensados y por pensar.

El fraude y la corrupción, perfectamente ensamblados en muchas ocasiones, deben ser combatidos. La sociedad lo termina viendo como un hecho normal. Si acaba convenciéndose de que es algo inevitable, es una sociedad enferma, incluso sumida en el fondo del fango. Lo hemos visto en Marbella, en Italia; y lo estamos viendo en algún otro sitio muy cercano, en nuestro propio país. Y también reacciona con el desencanto, la desafección, el alejamiento hacia la clase política.

El dirigente político debe priorizar la lucha contra estas dos lacras. Hemos visto recientemente una campaña en la que el “tema corrupción” ha brillado por su ausencia. ¡Intolerable! Partidos con corruptos hasta debajo de la cama, ganan elecciones. Hay que conseguir que los políticos y la sociedad en pleno se movilicen en su contra. Ganaremos en calidad democrática y en prestigio de la política.

Dice Rubalcaba que se ha hecho mucho desde el Gobierno, desde la policía y desde la fiscalía para atajar la corrupción y el fraude. Es cierto. Más que nunca. Pero no es suficiente. Tiene que aparecer en el ideario de los partidos, en los programas electorales. Pero además tiene que haber iniciativas parlamentarias para evitar que los corruptos se valgan de todas las triquiñuelas posibles para ir dilatando el proceso, incluso para buscar la prescripción. Hay que evitar acusaciones falsas contra otros, para encender el ventilador que salpique la inmundicia en la casa ajena, como estratagema para esconder la propia. ¡Sí a Cristina Narbona!

No hay comentarios:

Publicar un comentario