sábado, 21 de enero de 2012

JUICIO A GARZÓN


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Apuntes del Siglo XX….y XXI
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Creo firmemente en nuestro sistema judicial. Es una Justicia independiente, pero da la imagen de que no lo es. No pretendo defender a Garzón. Nunca fue santo de mi devoción. Creo que “los jueces estrellas” no aportan ese sentido y esa imagen que necesita el sistema judicial. El juez, como el árbitro de fútbol, tiene la obligación de pasar desapercibido. Y el juez Garzón ha hecho todo menos eso. Ha pisado en todos los charcos, y ahí está el resultado. Tiene enemigos por todas partes.

Pero dicho esto, es justo reconocer que ha sido un personaje que ha aportado a la sociedad, el sentido de que la Justicia es igual para todos. No ha habido muro que se le resista. Gracias a sus actuaciones, con sus errores de instrucción a veces, con más o menos estrellato, los grandes problemas de la sociedad actual han sido sometidos a juicio. Droga, terrorismo, corrupción, genocidio, dictaduras. Ese mérito no hay quien se lo quite. Y es también esa, la razón por la que hoy tenga tantos enemigos.

Me indigna enormemente, que este juez otrora reconocido, alabado y ensalzado por sus actuaciones, desde un determinado sector, hoy sea vilipendiado por esos mismos, porque sus actuaciones no les están gustando. Antes sí les gustaban y ahora no les gustan. En ese sentido, lo que más me preocupa es la imagen internacional que estamos dando. Prodiga en los medios más destacados del mundo la idea de que en España quien se mete con la derecha o con el franquismo se estrella. El franquismo y la derecha son intocables. En España se puede juzgar, condenar y encarcelar a miembros de la izquierda, pero ojo, que nadie se atreva a meterse con la derecha. No es justa esta imagen, pero la estamos dando con buena parte de razón.

Es muy difícil hacer comprender dentro y fuera de España que a un juez se le juzgue por prevaricación al ordenar unas escuchas relacionadas con el caso Gürtel. Que se anulen las pruebas pero no que se le acuse de prevaricación. ¿Por qué el juez Garzón es un presunto prevaricador, y el juez Pedreira no lo es, si dio por buenas tales escuchas, y siguió ordenándolas? ¿Y los fiscales, también son prevaricadores? ¿Y los tribunales internacionales, también son prevaricadores?

Es difícil comprender que quien ha ordenado esas escuchas haya llegado al banquillo antes que los presuntos acusados en la instrucción del caso Gürtel, que inició Baltasar Garzón. ¿Por qué será? Es difícil comprender que quien se enfrentó a Pinochet y a la dictadura argentina por los desaparecidos, cuando lo hace en España, se estrelle. No nos pueden pedir que comprendamos este endiablado proceso. Nadie puede impedir que pensemos que hay interesados en quitárselo de en medio. ¿Y saben lo que va a pasar? Pues que sea cual sea el resultado judicial, el juicio social ya lo tiene ganado; y la Justicia, socialmente, va a quedar tocada una vez más.


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