domingo, 29 de enero de 2012

GIRO CONSERVADOR


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Apuntes del Siglo XX….y XXI
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Quien fuera hasta hace muy poco alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha llegado al ministerio de Justicia. Un ministerio que ha avanzado mucho en la última legislatura pero que aún tiene muchas asignaturas pendientes. Hace falta un hombre con voluntad política para llevar a cabo un gran número de reformas que demanda la sociedad. Desde esta columna, mi deseo de que su gestión esté llena de aciertos.

Pero ello no quita que juzguemos su primera intervención en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, desde donde ha lanzado una serie de propuestas de gran calado, ideológico y pragmático.

Reformar la Ley del Aborto, revisar la Ley del Menor, e introducir la cadena perpetua revisable para ciertos delitos, es algo que a nadie debe sorprender. Lo podremos analizar desde un punto de vista ideológico. Estaremos o no de acuerdo según nuestros propios puntos de vista. Pero ha ganado las elecciones un partido conservador y es legítimo que aplique su conservadurismo. Nada que objetar, aunque no lo compartamos.

Yo solo me atrevería a criticar ciertos aspectos, al menos dudosos. Creo que hubiese sido más acertado consensuar previamente dichas medidas. El PP ha llegado al poder prometiendo ser el partido del diálogo y el consenso. También cabe albergar ciertas dudas sobre la constitucionalidad de algunas de las reformas propuestas por Gallardón. Pero sobre todo, da la sensación, de una ambigüedad palmaria. ¿No será un simple globo sonda para ver qué hacer?

Más rechazable es la introducción de tasas en la administración de Justicia. Tener que pagar para poder recurrir en segunda instancia es una clara discriminación para aquellos que no puedan pagárselo. Eso es ya romper con el principio de igualdad de oportunidades. Aunque no es menos cierto que la falta de concreción nos lleva a ser prudentes en la crítica.

Sin embargo lo más sorprendente es la propuesta sobre los nombramientos para el Consejo General del Poder Judicial. Dice el nuevo ministro que es para corregir la politización de la Justicia. ¡Hombre! El Partido Popular, desde el Gobierno y desde la oposición es quien más ha utilizado la Justicia para su provecho; quien más la ha politizado. Además, con el sesgo conservador que hay en las altas esferas de la Magistratura, dejar que sean los propios jueces los que designes el Gobierno de la Administración de Justicia, es de muy dudosa eficacia.

Son, de todas formas, aspectos que tendrán que salir al debate público conforme se vayan concretando estas reformas. De momento revela un giro conservador. Y, ¡ojo! no le echemos la culpa a la crisis.



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