lunes, 28 de noviembre de 2011

Y VUELTA AL PRINCIPIO

Apuntes del Siglo XX….y XXI
_______________________________________


Antón Costas y Xosé Carlos Arias, hablan del regreso del conservadurismo a la escena política, de la que España no está siendo una excepción. No comparto sus teorías al cien por cien. Creo que se pierden a veces buscando el entronque de todos los males con la tradición liberal de Adam Smith. Sin aceptar pues, en todos sus términos, los principios que estos dos autores manifiestan en sus libros, considero que la idea central viene muy a cuento en este momento: la política perdió su autonomía para determinar el gobierno de la economía y la búsqueda del bienestar social, quedando subordinada a la hegemonía de los mercados”.

Esta es la esencia de los problemas que nos acucian, y así seguirán, si otros métodos no lo arreglan. Nadie pone en duda, salvo sectores toscamente mediatizados, que los mercados sin regulación son los que nos han traído a estos lodos. Por eso, algunos ingenuos pensamos que la crisis sería el certificado de defunción del neoliberalismo. ¡Pero que vá! Todo lo contrario. Una parte de la sociedad cree que son los mismos pirómanos los que dicen tener la fórmula para apagar el incendio.

Los mercados, eufemismo de la economía especulativa, están en el origen. Pero sin olvidar que deben su existencia al conservadurismo político. De ahí la extrañeza del fenómeno de la vuelta al conservadurismo económico, que tardaremos mucho tiempo en asimilar. Y no es lo malo que tardemos en asimilarlo desde el punto de vista filosófico. No. Lo malo es que la solución no va a venir hasta que no cambiemos el modelo económico. De la implosión del sector financiero, se llega a la recesión; y cuando ya parece que la recisión empieza a ceder, aparece la crisis de la deuda; la deuda impone medidas restrictivas, lo que ocasiona un parón en el crecimiento, y vuelta a la recesión. Otra vez a empezar. ¿Hasta cuándo?

No es broma, es algo muy serio. Ni siquiera es una circunstancia coyuntural. Es algo que se viene repitiendo en Europa, porque Europa no ha sido capaz de romper ese círculo. En Grecia han caído gobiernos conservadores y progresistas, y al final un golpe de Estado de los mercados han situado al frente, un gobierno “tecnócrata”, sin pasar por las urnas. Irlanda con un gobierno prototipo del neoliberalismo más conservador ha tenido que ser rescatada. En Portugal, la crisis se llevó por delante a un gobierno socialista, y el conservador resultante, no ha sido la solución. En el Reino Unido se repite la caída del gobierno laborista, y el conservador, con sus ajustes, lejos de acabar con la crisis ha situado al país peor de lo que estaba. Italia con un gobierno de derechas, símbolo de la especulación, se ha visto forzado a sustituirlo por un “Gobierno tecnócrata”, sin pasar por elecciones.

Con este panorama, España es el sexto país que cambia de signo político, pero no va a cambiar la situación. No va a ser la excepción. No va a ser la solución.



No hay comentarios:

Publicar un comentario