LOS FAISANES

Dudo si hablar del bello y vistoso ejemplar de ave gallinácea, o del presunto chivatazo ocurrido en el bar vasco del mismo nombre. Desgraciadamente tenemos que hablar de lo segundo, aunque sería más enriquecedor hablar de lo primero. Pero la realidad se impone a los bellos y científicos deseos.

Desde aquel desgraciado 4 de mayo de 2006, otras aves no tan bellas, ni de vida un tanto ejemplar, han centrado su actividad en el acoso y derribo del Gobierno Zapatero y más en concreto, en este momento, contra Rubalcaba. Son aves, cuyo nombre omito, por no caer en “acepciones lingüísticas aumentadas”.

Pero hablemos en serio, porque el caso es muy serio. Y no lo digo por lo serio que podría ser el chivatazo, que lo es, sino por el serio e imperdonable uso que, ciertos sectores de la política y de algunos medios, están haciendo.

Hay que sentar un principio fundamental en todo estado de derecho: Los temas de Estado, y el terrorismo lo es, no pueden tratarse con la frivolidad que este tema se está tratando. Son políticos y seudo informadores que han decidido utilizar el tema para sus proclamas partidistas. Y esto, con razón o sin ella, no es admisible.

En primer lugar estamos refiriéndonos a un tema de alta seguridad del estado. Tema sumamente delicado que no puede ser tratado en la disputa dialéctica entre partidos. No puede ser de otra manera porque el gobierno y las fuerzas de seguridad, nunca revelarán los secretos de estado para desmentir a los difamadores. Por tanto estos, además de incurrir en actitudes impresentables, juegan con la ventaja de saber que el otro bando no le va a contestar, porque no puede. Porque si lo hiciera sería igual de irresponsable que ellos.

Nunca sabremos las circunstancias políticas y de seguridad que concurrieron en los hechos referidos. Hechos que si son delictivos, la justicia los pondrá a buen recaudo. Pero nada más. Todas esas lenguas ligeras ¿saben las circunstancias y los efectos que produjeron? ¿Saben si se favoreció o no el difícil proceso de acabar con ETA? No. Solo saben el daño que quieren hacer. Solo saben el objetivo que persiguen.

También sabemos que todos los implicados en la recaudación del impuesto revolucionario están detenidos; que todos los miembros del aparato dirigente de ETA están detenidos; y que nunca hemos estado más cerca del final de ETA que ahora. Si hubo alguien que se extralimitó en sus funciones, la justicia se encargará de ponerlos en su sitio. Pero acatemos las sentencias. Porque si la Justicia dice blanco, y algunos siguen diciendo que es negro, están demostrando que solo buscan moverse por las alcantarillas de la política. Espero poder hablar de los faisanes muy pronto.