lunes, 10 de octubre de 2011

DAR ALAS A ETA

¿A quién le extraña lo que está pasando? No seamos ingenuos. Una vez terminada la larga campaña de desprestigio contra Zapatero, y una vez que ya no es enemigo a batir, ahora toca Rubalcaba. No se trata de entrar a debates, ni siquiera a criticarlo, se trata pura y llanamente a machacarlo. Desde hace ya bastante tiempo algunos venimos anunciando el peligro de la llegada de una campaña contra Rubalcaba. Una campaña sin piedad y sin escrúpulo alguno. Sus códigos éticos permiten acusarlo de organizar, desde el ministerio del Interior, toda clase de conspiraciones.

En algunos ambientes forofos del PP, se manifiestan enormes enfados si alguien se le ocurre decir, que en el PP los hay alegrados por el empeoramiento de la crisis, o por el deseo de que la lucha antiterrorista fracase. Serían temerarios juicios de valor, de los que no me atrevo a plantear. No se puede asegurar que estos deseos sean ciertos, pero de lo que no cabe duda es de que dan muestras clarividentes para que los demás lo pensemos.

El Partido Popular viene haciendo uso desde los años noventa, del “todo vale”, con tal de dañar al adversario. En esa línea siempre ha utilizado los asuntos referidos a la lucha antiterrorista como arma arrojadiza. Y ello a pesar de que tienen firmado un pacto antiterrorista por el que se comprometen a no utilizarlo en el debate político.

Lo hicieron con el 11-M, lo hicieron con la tegua de ETA, lo han hecho siempre, y quizá no sea aventurado decir que lo van a seguir haciendo. Lo más reciente: El lehendakari declara que una vez disuelta la banda terrorista se pueden iniciar los contactos oportunos para estudiar el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. Inmediatamente el PP sale a la palestra sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, para denunciar que el Partido Socialista le está “dando alas a los terroristas”. No les ha temblado el pulso. “Rajoy está obligado a decir claramente lo que piensa”.

Las declaraciones de Patxi López, no son ni más ni menos que el cumplimiento de la Ley. En España, y quizá el PP lo sepa, hay una ley por la que los presos deben estar lo más próximo posible a su domicilio familiar. En el caso de los terroristas, y de manera excepcional, se promulgó una normativa para separarlos y dispersarlos, con el fin de evitar tramas organizativas. Pero una vez, disuelta la banda terrorista, esos presos, como todos los demás deberán volver a la proximidad de sus familias.

Una vez que ya no exista la banda terrorista no puede haber excepcionalidad. Es la Ley. No es darle alas a ETA. Es lamentable, que a estas alturas de la democracia, haya que dar estas explicaciones. Y eso que el Gobierno del PP fue quien más presos de ETA acercó al País Vasco. Y no es crítica. Hizo bien, hizo lo que creyó conveniente en cumplimiento de la Ley y en beneficio de la lucha antiterrorista.



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