miércoles, 7 de septiembre de 2011

EL ÉXITO DE LA TRANSICIÓN

 Apuntes del siglo XX


Alguien comete la ingenuidad de achacar el éxito de la Transición, en parte, a que la dictadura fue la preparación para asumir el nuevo estado de las cosas. No. No es la dictadura la que propicia el cambio; es la sociedad que vive el yugo de la dictadura la que va madurando en su subconsciente. Son más bien las corrientes de comunicación las que van informando de que existe otra manera de organizarse. Llegan mensajes de otros países que ya han alcanzado la madurez democrática. Y todo eso va creando un espíritu de ahondar en el conocimiento y de progresar económicamente. Así aumenta el número de universitarios; así aumenta el número de contestatarios; y así aumenta el número de personas que componen esa clase media que fortalece toda sociedad.

La transición no sólo significa el final de la dictadura. Es el intento de terminar de una vez por todas con el concepto de las dos Españas que ha reinado desde finales del siglo XIX. El texto constitucional nace de un difícil consenso, pero hay que verlo como una esperanza de futuro, sin vencedores ni vencidos. Instaura un Estado social y democrático que se concede a sí mismo la descentralización del poder. Establece la Monarquía como símbolo de Unidad Nacional.

La principal labor de Suárez fue lograr el consenso de todos, y promover el Estado de las Autonomías. Con respecto a lo primero cabe destacar la legalización del PCE y a lo segundo la llegada de Tarradellas. La labor de Suárez se distinguió por la serenidad y el respeto al otro. Inaugura un nuevo estilo de convivencia política que va a resquebrajarse a partir de 1989. La llegada de José María Aznar a la dirección nacional del Partido Popular, supone un cambio en la estrategia del consenso y del respeto al diferente. “Quién no está conmigo está contra mí”

La Transición no sólo es un cambio de régimen político. Es un cambio social, económico y político. Pero sobre todo es un cambio en la forma de concebir las relaciones de convivencia entre los españoles. El mayor éxito de la Transición es fundamentar los cambios en acabar de una vez por todas con el enfrentamiento entre españoles. Así Suárez impulsó importantes reformas en la sociedad española: la reforma fiscal, la administración militar, la familia y el sistema de concertación económica, sindical y laboral.

Adolfo Suárez, Felipe González, Manuel Fraga, Santiago Carrillo, y tantos otros hicieron un admirable ejercicio de abnegación, renuncias y concesiones para edificar la Constitución de 1978. Esta época representa el debate de ideas, con rotundidad y energía, a veces agrio, pero siempre con el debido respeto al diferente. Siempre con altura de miras propia de hombres de Estado. Siempre anteponiendo los intereses de España a los suyos propios y de sus respectivos partidos. Es una lección que algunos políticos de hoy tendrían que aprender. 


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