Las asociaciones de farmacéuticos amenazan con un desabastecimiento de medicinas en las farmacias. No sé si será una amenaza, o simplemente constatar una realidad posible si la administración de Castilla-La Mancha continúa sin dar solución a los pagos pendientes. No sé si tendrán motivos para augurar en un futuro próximo un posible desabastecimiento.
Lo cierto es que si esa situación llegara a producirse, sería un auténtico desastre. La presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, advierte sobre el peligro del cierre del abastecimiento y el cobro de los fármacos a los pacientes", algo que "sería un desastre, sobre todo para enfermos crónicos, pensionistas o enfermos en paro".
Sea cual sea la realidad, hay que constatar dos aspectos, aparte de las cifras: El Gobierno de Cospedal, que tanto habla de la deuda heredada, nos ha pretendido engañar. El Gobierno de Barreda dejó puntualmente abonadas las facturas farmacéuticas hasta mediados de mayo. Lo que hoy reclaman las farmacias es la factura de una parte de mayo, junio y julio. Y segundo: escurrir sus obligaciones poniendo como escudo la herencia es una irresponsabilidad. Cospedad, sabía que si ganaba no iba a ser un camino de rosas. Ha ganado. Ahora toca hacer frente a las soluciones. Ahora toca gobernar. Lo que pasa es que como ella es más secretaria general que presidenta de Castilla-La Mancha todavía actúa como oposición.
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