domingo, 7 de agosto de 2011

RAJOY PRESIDENTE




Si las encuestas no cambian el rumbo y Rubalcaba no lo remedia, Mariano Rajoy será el nuevo presidente del Gobierno de España, sin haber movido una ceja. No necesita explicar su proyecto, no necesita avanzar su actuación cuando sea presidente, no necesita explicar lo que hará si las condiciones de la deuda siguen como están. No necesita nada de nada; solo esperar a que se hunda el Gobierno por la crisis que sufrimos.

Hasta aquí nada fuera de lo normal. Está pasando en toda Europa. Los gobiernos se desgastan y los partidos en la oposición llegan al poder. Pero ese no es el problema. El triste problema que tenemos en España es que hay un aspirante a ser presidente que no sabe ni coordinar una posición común en su partido. Y si no sabe organizar el partido en la oposición, tampoco sabrá organizar su gobierno cuando llegue. Eso es lo preocupante.

Con motivo de la grave crisis de la deuda, estamos viendo el esperpento de las muy variadas posiciones en su partido. Basta escuchar a Mariano Rajoy, a Cristobal Montoro, a González Pons, para ver que no tienen ni siquiera un guión. Parecen de distintos partidos. Y eso que todavía no ha destapado el tarro de las esencias María Dolores Cospedal desde la playa de Marbella.

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