miércoles, 8 de junio de 2011

QUEREMOS SABER LA VERDAD


Con este clamor, una parte de la ciudadanía española expresó, entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, el sentir generalizado por la sospecha de que el Gobierno les estaba engañando. Quizá, -y esto es una humilde opinión-, supuso que el Partido Popular perdiera el Gobierno de España. Siete años después, podríamos repetir el clamor, el mismo mensaje. Evidentemente, alguien nos está engañando.

María Luisa Araujo, consejera de Economía del Gobierno en funciones de Castilla-La Mancha, dice: “Debemos a proveedores 416 millones. Es un mes de retraso” Marcial Marín, coordinador de Economía del PP: “Según estimaciones, consideramos que la deuda es de 2.000 millones de euros” No es una pequeña diferencia; no se trata de diferentes criterios contables; es, sencilla y llanamente, que uno de los dos miente; y miente intencionadamente. No puede ser una diferencia de opinión; es una manipulación de la verdad.

Si a esto le añadimos que el Partido Popular, en Castilla-La Mancha, y en todos aquellos organismos autonómicos o municipales, que va a gobernar, y que hasta ahora los ha gobernado el PSOE, está repitiendo la misma cantinela, sobre el estado de las cuentas, me hace pensar de que se trata de una estratagema. Puede que ya estén embarcados en la campaña electoral de marzo de 2012, o puede que sea un pretexto para no cumplir sus promesas de que no recortarían nada que se refiera a servicios públicos.

Pero sea cual sea la motivación, resulta inadmisible que se lancen mensajes falsos para utilizarlos como estrategia partidista. Y no vale aquello de que “muy pronto sabremos la verdad”; “pronto sabremos quien ha mentido”. No. Porque diga lo que diga la Justicia, diga lo que diga la Sindicatura de Cuentas, diga lo que diga el Banco de España o el ministerio de Economía. El PSOE seguirá diciendo que la deuda a proveedores es de 416 millones, y el PP seguirá diciendo que ha mentido el Gobierno de Barreda, y que la deuda es de 2.000 millones.

José Bono y Manuel Chaves, han sufrido una lamentable persecución, y cuando la Justicia ha dicho que no había nada de nada, lo siguen diciendo, los mismos que habían fabricado el montaje. Les da lo mismo. Lo que importa es el ruido. Siguen porque alguien habrá que se lo trague.

Ya no puede tolerarse más que algunos pongan en duda, el estado de derecho, y las instituciones encargadas de sentenciar los conflictos entre partes. Me da pánico pensar que nos vayan a gobernar personas que sean capaces lanzar a los cuatro vientos que las instituciones del Estado actúan contra los partidos a las órdenes de un ministro del Interior, que las facturas de un organismo oficial se pueden destruir, o que la documentación se pueda sacar de los despachos en bolsas de basura, y que esto se esté produciendo de forma generalizada en Toledo, en Sevilla, el Jaén, en Asturias, en Baleares, por citar algunos ejemplos. Verdaderamente preocupante.

Alguien tendrá que despertar. Alguien tendrá que agudizar la inteligencia y el sentido común, para acabar con esta ignominia. Es urgente por el daño que se hace a los partidos, a la política, y a España.












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