sábado, 14 de mayo de 2011

VALORACIÓN Y VOTO



Son dos conceptos que, a estas alturas de la campaña, tiene una difícil explicación. Si analizamos la valoración de los candidatos Barreda y Cospedal, las diferencias, a favor del actual presidente, son claras y contundentes. La valoración de Cospedal está muy por bajo de la valoración de Barreda. Sin embargo, en las encuestas sobre intención de voto, esa diferencia se esfuma. Unos sondeos dan ganador a Barreda, y otros a Cospedal. Tanto en un caso como en otro, por muy escasa diferencia. Podríamos considerarlo un empate técnico.

El resultado en las elecciones autonómicas del día 22 oscilaría, según la Tribuna de la semana pasada, entre un 45,6 a favor del PSOE y un 44,8 para el PP. Menos de un punto de diferencia. Sin embargo con respecto a las valoraciones las diferencias se disparan a una ventaja clara a favor de José María Barreda y de su Gobierno.

Los electores adjudican a José María Barreda una calificación de 6,2, mientras que María Dolores de Cospedal suspende con un 4,7.

En cuanto al tirón electoral la diferencia aumenta: el tirón de Barreda se estima en un 45,1 %, frente a un tirón electoral de Cospedal de un 28,4 %.

Si a los electores se les pregunta a quién prefieren como presidente de Castilla-La Mancha la contestación es clara: un 42 % prefiere a Barreda y un 28,9 a Cospedal.

Mucho mayor son las diferencias en cuanto al reconocimiento de la gestión de gobierno. Los electores valoran la gestión del Gobierno de Castilla-La Mancha como buena o muy buena con un 64,8; y como mala o muy mala con un 26,7. Y mayor aún si se refiere a la gestión del presidente Barreda; un 73,7 buena o muy buena y un 21,1 mala o muy mala.

Aparte de otros muchos datos, en la misma línea, sorprende también que Barreda sea el presidente que se presenta a la reelección mejor valorado en España, y que el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, sea el peor valorado, cuando las encuestas dan ganador a Barreda por menos de un punto, mientras que a Camps le dan por ganador con una enorme diferencia a su favor.

¿Por qué pasan estas cosas, que parecen tan contradictorias? Sólo se me ocurre una respuesta. Los que valoran desfavorablemente a José María Barreda están decididos, todos, en su totalidad, a votar a María Dolores de Cospedal, aunque sean menos. Van todos. Por el contrario, entre los que valoran favorablemente a Barreda, los que desean ver a Barreda de presidente, que son mayoría, -siempre según las encuestas-muchos, no están decididos a votar. Si acudieran todos ganaría el actual presidente. Sin duda. Entonces, la valoración y el voto serían coincidentes. Por tanto, es deseable que el resultado sea fiel al deseo mayoritario de los castellano-manchegos.


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