domingo, 1 de mayo de 2011

" JUEGO LIMPIO "


No acostumbro a entrar en disputas futbolísticas. Pero esta vez, y sin que sirva de precedente, lo voy a hacer. No es mi intención calentar el ambiente, más de lo que está. Rotundamente, NO. Pretendo denunciar un hecho que se ha salido de madre. Pretendo denunciar aquello que tira por la borda los esfuerzos de mucha gente por conseguir el ambiente formativo, de lo que se ha venido en llamar “Juego Limpio”. Asociaciones, clubes, federaciones, comités, centros de enseñanza, y gobiernos, están en el empeño de que el deporte sea una herramienta de formación en la convivencia. Se ha avanzado mucho, pero no hay que bajar la guardia, y hay que seguir trabajando en esa misma línea. Nuestros jóvenes lo necesitan.

El ambiente previo al partido del pasado día 28, ya se venía calentando, por parte de “todos”. Y en eso el Sr. Mourinho no suele quedarse atrás. Se equivocó en el planteamiento. Un entrenador que tiene la mejor y la más cara plantilla de futbolistas, un entrenador que representa a uno de los clubes con más prestigio, no puede plantear un partido con vistas a no encajar goles. Cuando se enfrenta a un equipo grande, futbolísticamente hablando, alecciona a sus jugadores para que no dejen jugar al contrario. ¿Por qué? ¿Porque teme encajar una goleada? No lo sé.

El resultado fue que el Madrid, estaba siendo muy inferior, al Barcelona, antes y después de la expulsión de Pepe. Expulsión de la que es necesario hacer algunas matizaciones. Además de ser una brutal entrada, es que ya había hecho muchas. Hasta que el árbitro deja de pasárselo. Hubo otras faltas también merecedoras de tarjeta. Pero son lances de un partido muy difícil de dirigir. Son los lances de un partido bronco. Son lances que los entrenadores deben contribuir a facilitar. Y los árbitros a veces aciertan, a veces se equivocan, a veces a favor de unos, a veces a favor de otros. Hay árbitros mejores y peores. Pero es parte del juego. Es un juego.

Todo este conjunto de cosas, no justifica ni lo más mínimo La actitud de José Mourinho con el árbitro, que lo expulsó, ni mucho menos su actitud en la rueda de prensa posterior al partido. La manía conspiratoria, en entrenadores y en políticos, es propia de personas con el complejo de no haber obrado bien, y la soberbia de no quererlo reconocer. Y, en esa deforme obsesión, el Sr. Mourinho, quedó apresado. Pero además, muy típico en estos perfiles, lo hizo faltando a la verdad y ofendiendo.

Por todo lo ello hay que actuar contundentemente. Primero, desde su mismo club, porque es a quien más daño le ha hecho. El Real Madrid no puede caer en una defensa fácil; en la inercia acostumbrada, del “y tú más”. El madridismo se merece otra imagen. Pero también tienen que actuar todos los organismos competentes, nacionales e internacionales. No se puede permitir que nuestros jóvenes vean este nefasto ejemplo. No se puede permitir, que una persona empañe el trabajo de otros muchos. La competición deportiva tiene la grandeza de organizar enfrentamientos para unir, para acercar. No podemos permitir que un señor ensucie “El Juego Limpio”


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