miércoles, 27 de abril de 2011

EL REAL MADRID


Soy colchonero sufridor. Por tanto me es indiferente que gane el Real Madrid, o el Barcelona. Me considero lo suficientemente imparcial para opinar de los numerosos enfrentamientos que por casualidades de las distintas competiciones han tenido que afrontar ambos equipos en muy poco tiempo. Para ser sincero, tengo que añadir que me estoy volviendo un poco antimadridista, por culpa, creo yo, de las actitudes poco deportivas y poco elegantes de su entrenador.

No es presentable que un entrenador, con el título de mejor entrenador del mundo, con la plantilla más cara del mundo, y con la entidad deportiva más prestigiosa de todos los tiempos, tenga que recurrir a la estrategia de no dejar jugar al contrario.

Eso en el aspecto deportivo. Pero lo más grave es la posición que adopta una vez acabado el partido. En vez de analizar los planteamientos, estudiar lo que ha pasado, felicitar al contrario, y reconocer que el Barcelona ha jugado mucho mejor, se dedica a culpar a todo el mundo mundial de su fracaso. Todos conspiran contra él, hasta Unicef. ¡Qué disparate! Quienes culpan de conspiraciones para justificar sus propios errores, se equivocan de cabo a rabo. Desearle a Guardiola que alguna vez gane un título limpiamente es lo más rastrero que yo he visto en el mundo del deporte. El Real Madrid no se merece esto. El Club debería llamar a capítulo a este entrenador impresentable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario