domingo, 10 de abril de 2011

LA EXCELENCIA EN LA EDUCACIÓN


Sí a la atención de la excelencia en el sistema educativo, pero no a cualquier precio. No a la segregación; no a la exclusión; no a crear guetos para que los alumnos “buenos” se eduquen al margen del resto del alumnado. En definitiva, no a la separación. Excelencia sí, pero integrada en el sistema.

La atención a la diversidad, no la ha descubierto Esperanza Aguirre. Está muy bien definida en la LOE, en su artículo primero. La atención a la diversidad es la médula sobre la que pivota todo nuestro sistema educativo. Pero es ahí mismo, en la LOE, donde queda muy claro que ese objetivo tiene que alcanzarse mediante inclusión. La integración de todos los alumnos en el sistema educativo es el gran logro de la enseñanza moderna. Promover ahora la exclusión es retroceder, al menos un siglo.

Manifestar el propósito de crear un instituto para que cursen el bachillerato los 80 o 100 “mejores alumnos” de Madrid, repartidos en cuatro clases de 20 o 25 alumnos en cada una, es, en primer lugar, situarse al margen de la Ley, es un enfrentamiento a nuestra legislación vigente, es una desobediencia civil. Esperemos que, como dice el Director General de Educación, se quede en un calentón electoral y no vaya a más.

“La Casa de los Listos” la llamarían, con una pizca de humor, si en nuestra ciudad, o nuestro pueblo, tuviéramos un instituto, una casa, un edificio, donde solamente pudieran asistir los “alumnos más distinguidos”. Porque, ¿quiénes iban a ser esos distinguidos y privilegiados alumnos?

En Educación, la atención a la diversidad es el gran reto que tiene planteada la sociedad actual. No se consiguen alumnos excelentes atendiéndolos de forma separada. Es necesario atenderlos dentro de la pluralidad social. Está demostrado, -algunos no lo saben-, que donde se logran mejores resultados en la excelencia es, precisamente en aquellos lugares donde las diferencias entre los “malos” y los ”buenos” es menor. Se puede ver en el mismo informe PISA. Informe, por cierto, en el que se recomienda la inclusión para alcanzar mejores resultados.

La propuesta de Esperanza Aguirre, pone como ejemplo a seguir, el sistema educativo de Alemania. Primero, Alemania no es de los países que tengan un sistema y unos resultados más avanzados. Pero además, es que no es cierto que Alemania tenga en su sistema educativo la separación para la excelencia. No. Lo que tiene Alemania, es que establece diferentes caminos, no excluyentes, ni separados, para preparar alumnos para…, o para… en función de sus capacidades y sus habilidades. Sistema que, con diferente metodología, también existe ya en España.

Esperemos que no. Pero, ¿no será este un primer paso para otro tipo de exclusiones? Esperemos que no se cumpla aquello de “piensa mal y acertarás”. Por cierto: ¿Qué piensa Cospedal sobre este tema? Debería definir su postura con respecto a la propuesta de su antigua jefa. Mucho hablar de expías y conspiraciones, mucho pedir que se vaya Barreda, pero no le oímos hablar de sistemas educativos. Sería interesante valorar lo que Castilla-La Mancha ha avanzado en Educación.


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