lunes, 10 de enero de 2011

RAJOY O CASCOS

¿Quién es el bueno y quién es el malo en esta película? Difícil respuesta. Alguien diría: “Entre pillos anda el juego”. Visto lo visto, a estas alturas, ni siquiera podemos establecer diferencias entre radical y moderado.

Todavía, si Rajoy, hubiera decidido deshacerse de Cascos, porque puede ser un obstáculo para el perfil de un nuevo Partido Popular, moderado y centrado, podríamos felicitar a Rajoy. Más cerca de la realidad estaría el argumento de deshacerse del poder fáctico del aznarismo, por el constante empeño en ponerle piedras en el camino, minando el liderazgo del señalado con el dedo. Eso podría ser verdad en parte. Pero no justifica totalmente la situación creada en Asturias. Los acontecimientos de Asturias, además de las razones apuntadas es una lucha cainita interna en el partido por conseguir protagonismo, por conseguir más cota de poder.

Respecto a  Cascos, resulta insultante que ahora, precisamente él, reclame un mejor trato por parte del aparato del partido. ¡Quién le vio y quien le ve! Por parte de Rajoy, es incongruente e incompresible, como toda su ambigüedad, deshacerse de los Zaplana, Acebes y compañía, para sustituirlos por Cospedal y Pons. ¿Esa es la imagen de centro que quiere darle al partido? Entre pillos anda el juego.

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