En una ojeada por los periódicos, una noticia me deja estupefacto. Primero estupefacto, después, no sé si irritado o preocupado. Muy preocupado. Incrédulo, ante la duda de si la noticia era verdad, porque me cuesta creerla, me voy a los demás periódicos y ratifico la noticia. Con una redacción u otra, pero en esencia, todos coinciden. Se trata de una intervención del ex presidente, José María Aznar, en la cumbre del PP en el Exterior, que se celebra en León. Entre otras cosas, en esencia, la noticia se puede reproducir en estos términos:
Secundado por la secretaria general del PP, Mª Dolores de Cospedal, el ex presidente José María Aznar ha alertado de que tal y como está configurado actualmente el Estado, no es "políticamente viable" y "financieramente" resulta "absolutamente inviable", subrayando que será el PP el que le ponga "el cascabel al gato". En el mismo acto ha dado por hecho que España está "intervenida de hecho" y ha advertido de que ahora la discusión es si se interviene "de derecho". Por su parte, Cospedal ha lanzado "un llamamiento a la recuperación nacional".
Esto no es nuevo. Este pensamiento ya lo tenía Aznar hace 32 años. Pensamiento que algunos lo achacaron a una inquietud juvenil. Ahora se pone de manifiesto que no es una fiebre juvenil. Es un pensamiento arraigado. José María Aznar escribía en el periódico Nueva Rioja, el día 30 de mayo de 1979, en un artículo titulado “Unidad y Grandeza” lo siguiente: “En lugar de concebir un plan serio y responsable de organización territorial de España, se ha montado una charlotada intolerable que ofende el buen sentido”.
Asimilada la noticia, es fácil deducir que esto no es algo espontáneo y ocasional. Se trata de una estrategia permanente derivada de una profunda ideología. Una ideología alejada de ese centro hacia el que el mismo Aznar predica viajar. Es el fiel reflejo de una concepción centralista del estado para defender su unidad; es el fiel reflejo de una nula creencia en el Estado de las Autonomías. En definitiva, es su manía obsesiva, impropia de un ex jefe de gobierno, de arremeter deslealmente contra el gobierno de su país, que le sucedió, y que no logra asimilarlo.
En su intervención de León suelta otra perla, cuando pide el voto masivo para el PP. Lo justifica para no tener que depender de los nacionalistas. Se ratifica una vez más, su falta de sentido en la pluralidad, su concepción de unidad nacional, si no queremos que se rompa España. Pero se le olvida una cosa: que él gobernó gracias al apoyo de catalanes y vascos, y que fue su mejor etapa.
Es muy urgente, es absolutamente imprescindible que el actual presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, salga a la palestra a decirnos a los españoles si ratifica esas afirmaciones. Tiene que decirnos quien hace el programa electoral del PP para las próximas elecciones; tiene que decirnos qué papel juega en este episodio Maria Dolores de Cospedal; tiene que decirnos quién manda en el PP, si él o José María Aznar; Mariano Rajoy tiene que decirnos cuál es su pensamiento sobre el Estado de las Autonomías; tiene que aclararnos porqué dice Aznar que esto lo acometerá el Partido Popular cuando gane las próximas elecciones; en definitiva, tiene que quedar claro como le han sentado a Rajoy esta declaración en León y en presencia de la secretaria general de su partido; ¿Cospedal comparte las afirmaciones del anterior presidente? ¿Es leal a su actual presidente? ¿Qué piensan los presidentes de Comunidades Autónomas gobernadas por el PP? Es urgente.
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