No es fácil saber hasta donde llegan los tentáculos del Tea Party o del Yunque, en España. Por tanto no debemos insinuar acusaciones sin motivos, ni fundamento para hacerlo. De todas formas, leído el informe que ha publicado El País, firmado por José Luis Barbería, el domingo día 2 de enero, me gustaría hacer tres consideraciones:
1ª.- Es tremendamente significativo que todas las posibles implicaciones vayan dirigidas hacia movimientos políticos, religiosos, mediáticos y culturales dependientes de una forma o de otra de partidos de derecha y de organizaciones católicas.
2ª.- Si todo esto es cierto, y puede demostrarse, se trata de prácticas delictivas tipificadas en la Constitución y en el Código Penal. Por tanto parece razonable que debería intervenir la fiscalía. El tema es lo suficientemente grave como para tomárselo en serio
3ª.- El líder de “Hazte Oír”, Ignacio Arsuaga, se está delatando y situando, al menos en las formas, del Tea Party y el Yunque después de que, en su blog, Arsuaga acuse al diario de Prisa de publicar un reportaje "basura" firmado por el periodista, José Luis Barbería, al que define como "un agente de Rubalcaba y Zapatero que tiene licencia para calumniar". En su ataque, el presidente de Hazte Oír incluso se pregunta si Barbería "¿simpatizó o simpatiza con la banda terrorista ETA?".
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