Es de suponer que Estaban González Pons tenga señalado un límite. Un límite que él mismo se proponga no rebasar. Todas las actuaciones deben tener un límite, porque de lo contrario estamos en el tan cacareado “Todo vale”.
En política, como en cualquier otro territorio, la ética debe regir cualquier actuación, incluso por encima de los intereses personales o de partido. Además, la falta repetida de esa ética hace perder la credibilidad. Y eso algún día, pasará factura.
Por referirnos a lo más reciente: el caso de los controladores lo provocó el Gobierno de Zapatero, según González Pons, para tapar los problemas económicos y políticos que estaba padeciendo. No ha pasado una semana, y ahora resulta que el escándalo del dopaje se ha promovido, desde el ministerio del Interior, para tapar el problema de los controladores. ¡De risa!
Esto produce una tremenda sensación de política bananera. No importa el prestigio del Ministerio del Interior, de los jueces, de los fiscales, ni de la Guardia Civil, con tal de hacer daño al Gobierno. ¿Es que no sabe el González Pons que la guardia Civil actúa por orden de los Jueces? ¿Cuándo va a decir: “de este límite no pasaré”? Cuándo va a pensar que la dignidad está por encima de unos cuantos votos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario