miércoles, 3 de noviembre de 2010

Rajoy desobediente

En el momento que Mariano Rajoy ha salido de la cama, tal y como le había aconsejado su asesor de cabecera, Pedro Arriola Rios, y ha empezado a desvelar, muy tímidamente sus intenciones, y en medio de ciertas contradicciones, la intención de voto del PP ha bajado. Ya le pasó a David Cameron, y dejó de anunciar sus propósitos, que ahora vemos.

David Cameron vencerá o no la crisis en Inglaterra, pero lo que no cabe duda es que lleva a su país hacia el thatcherismo. La crisis se vencerá cuando globalmente empiece a ceder, y eso no depende de Cameron. Lo que ocurre es que él, mientras, aprovechará su mandato para introducir las políticas que ya introdujo su antecesora Margaret Thatcher, que todos conocemos, y que luego, cuando se dieron cuenta, los ingleses tuvieron que buscar la tercera vía.

Cameron, en quien Rajoy parece inspirarse, y en eso sí que es sincero, dijo que iba a bajar los impuestos, pero nada más tomar posesión de su cargo, los subió. Claro, echando la culpa a su antecesor que había dejado todo muy mal. Y no dijo que iba a suprimir a 500.000 empleados públicos, ni dijo todo lo que iba a privatizar, ni anunció los recortes en temas de bienestar social.

De todas formas, y volviendo a Rajoy, quien tenga que esperar a una entrevista como la publicada en El País, el pasado domingo, para conocer sus intenciones, es que no se quiere enterar de lo que pasa. Lo que va a hacer el PP cuando gobierne, con Rajoy o sin Rajoy, con crisis o sin crisis, lo saben con toda claridad los que viven en este mundo, con los pies en el suelo. Que tienen toda la legitimidad para hacerlo si gobernaran, sí, pero que no lo dicen con claridad, a sabiendas de que no gusta a la mayoría, y de que estimularía el voto de sus adversarios.

Van a decir que son medidas para salvar a España de la crisis que nos ha traído Zapatero. Pero no es cierto. Van a aprovechar que, el Pisuerga pasa por Valladolid, con su alcalde a la cabeza, para introducir su ideología. Para imponer su conservadurismo. Para echar a Zapatero y al socialismo.

El Partido Popular no está trabajando para salvar la crisis. Está aprovechando la crisis para alcanzar el poder, e imponer sus pensamientos ideológicos. Pensamientos que ya conocemos. Con el pretexto de mejorar la economía vendrá el liberalismo y las privatizaciones que introdujeron en la economía española nada más llegar al poder en el año 1996. Liberalizaciones y privatizaciones que, puestas en manos de abusadores sin control, nos han conducido a la burbuja inmobiliaria y a la crisis.


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