La intervención de ese tertuliano, cuyo nombre no quiero ni mencionar, en un progarma de Tele Madrid, presentado por la periodista Isabel San Sebastián, pone a prueba la capacidad de restituir la dignidad en una televión pública.
De momento los trabajadores ya han superado la prueba, pero los dirigentes no. Un numeroso grupo de trabajadores de Tele Madrid han pedido a la dirección apartar a este tertuliano, para que no vuelva a aparecer más. Han dado muestras de trabajar por dignificar la profesión.
Sin embargo, la dirección del ente público y la propia Esperanza Aguirre, amenazan con denunciar la filtración de una conversación privada, pero no el contenido de la conversación. Ya conocemos ese disco. La trama Gürtel no existe, lo que existe son filtraciones a la prensa. La directora de Tele Madrid y la presidenta de la Comunidad, justifican la intervención del tertuliano en cuestión porque se ha producido en el ámbito de lo privado, y en el derecho a la libertad de expresión. ¿Privado delante de niños de tres colegios? Y ¿libertad de expresión, o delito?
Por cierto: los trabajadores de El Mundo piden a su director la misma medida, ya que es columnista en este periódico. ¿Pasará el examen P. J. Ramírez?
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