lunes, 18 de octubre de 2010

No perdamos nuestro modelo

No perdamos nuestro modelo. Europa, desde la Segunda Guerra Mundial, desde que se propuso que todos anduviéramos juntos, ha alcanzado un nivel de progreso y de bienestar social, que es ejemplo del mundo. Y lo difícil es precisamente, alcanzar, al mismo tiempo, el progreso y el bienestar social.

Pues bien, ahora estamos en el peligro de perder ese logro. ¿Por qué? Porque el centro de poder económico e industrial se desplaza hacia Oriente. Ahora los países asiáticos encabezados por China son los que están tomando la batuta. El liberalismo económico, junto al totalitarismo político y social, hace que alcancen el desarrollo a costa de un modelo social basado en la explotación. La competitividad la basan en una mano de obra barata.

Y desde aquí se oye decir: Es imposible competir con una mano de obra barata. No. Es que nosotros no tenemos que buscar la productividad en la explotación sino en los avances tecnológicos, en la formación, y en el bienestar social. Se puede. Pero hay que cambiar de modelo productivo.

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