____________________________________________________
Tercera
Etapa Socialista
____________________________________________________
El
caso de corrupción aparecido en el seno del PSOE, con los protagonistas, Koldo,
Ábalos y Cerdán, le ha hecho y le va a hacer, mucho daño al prestigio del
partido que en estos momentos sustenta el Gobierno de España. Tratar de
minimizarlo y utilizar el “y tú más”, no va a corregir en nada la delicada
situación en la que se ha visto, y se ve Pedro Sánchez. Pero, lo mismo que digo
esto, también digo que el empeño del Partido Popular de presentarlo como el
hundimiento de un Gobierno progresista, -con éxitos incontestables-, y como el
final de la legislatura, está tan infundado, como defender al PSOE por el caso
Koldo, Ábalos y Cerdán.
Pero
dicho lo cual, no es posible obviar que la oposición no tiene ni credibilidad,
ni fuerza para constituirse en alternativa a Pedro Sánchez. Para ser
alternativa debería tener un liderazgo fuerte, que no lo tiene, ni entre sus
propios votantes; debería representar a un partido que no tenga mancha alguna
de corrupción, que no lo representa; y debería tener un programa que supere al
del gobierno progresista que pretende derrocar, que ni lo tiene, ni se le
espera.
Lo
único que tiene, lo único que presenta, es una violencia verbal injustificada.
Sí. Digo injustificada, porque sus duras acusaciones no se deben al caso de
corrupción del PSOE; es una violencia verbal que inició desde el minuto cero, a
pesar de que llegó a la dirección del partido, como hombre centrado y moderado.
La imagen que da es que utiliza esa violencia verbal, para esconder la falta de
liderazgo, sus propias vergüenzas, y una ausencia total de propuestas alternativas
a la política del Gobierno de Pedro Sánchez. Una violencia verbal premeditada y
corroborada por los propios personajes de los que se ha rodeado.
Sería
muy interesante conocer las razones que debe tener su equipo de asesores para
haber llegado a esa estrategia de violencia verbal. Porque los beneficios no se
ven por ninguna parte. Con ello impide totalmente la posibilidad de dialogar
con ningún grupo parlamentario, y sin diálogo en un parlamento la acción política
se hace inalcanzable; y por otra parte, así, le está tendiendo a la
ultraderecha una alfombra roja. El Partido Popular se ha autocondenado a no
alcanzar el gobierno, si no es con la ultraderecha. Y….? Ellos sabrán lo que
quieren; si es que lo saben.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario