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Tercera
Etapa Socialista
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La
polarización y la crispación a la que nos han reconducido las derechas, en el
Parlamento presenta dos versiones. Podríamos pensar que la confrontación de
ideologías, o de programas, o de estrategias puede llegar a ser dura, o
durísima; vale; esta bien. Incluso yo me atrevería a calificarlo como bueno,
como constructivo, como clarificador. El problema es que no son propuestas
diferentes lo que se debate; no son los posicionamientos que cada partido tiene
derecho a defender. No. Es pura riña barriobajera, con insultos y acusaciones
falsas. Es el ruido, por el ruido.
Y
todo esto ha surgido, surge, y continuará, porque hay una clara intención de no
debatir los problemas, que de verdad les afectan a los ciudadanos; no; eso no
importa; lo único que importa es quebrar al Gobierno. Si estamos en pandemia, como
si surge cualquiera otra circunstancia, como si hablamos de salarios, o de pensiones,
la conclusión es la misma: “Váyase Sr. Sánchez”. Está bien exigir que se vaya, pero
introduciendo en el debate mejores propuestas que las del Gobierno. No con
ataques sin fundamento, incluso a la persona, y a su familia.
La
derecha política, mediática, judicial y social, ha llegado a la conclusión de
que al Gobierno se le pueda acusar de todo, verdadero o falso. Incluso se da la
paradoja de acusaciones que afectan más al acusador que al acusado. ¡Ah! Pero
argumentan que en política no vale el “y tu más”. No señor. Claro que vale si
es verdad lo del “y tú más”. Es más, vale para decir que tú tienes mucho porqué
callar; y vale también para una comparativa de gestión de catástrofes, o una comparativa
en progreso del bienestar social. El debate sin comparar lo que hago yo, y lo
que haces, o has hecho tú, es inconcebible.
A
ver si el “y tú más” lo queremos desterrar, para esconder ciertas gestiones. Es
justo y necesario, que, si aparece un caso de corrupción, se denuncie, se investigue
y se condene; pero no puede tomarse como excusa para esconder otras vergüenzas,
organizadas, descubiertas y condenadas. Y volvemos al principio: cuidado con el
ruido por el ruido, cuidado con la utilización de la crispación como método
para sembrar descontento, que al final desemboca en la siembra de odio.
Julio García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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