La España de banderas.
Acabo de ver en televisión las imágenes de la agresión que ha sufrido el alcalde de Ponferrada. Condenable y esperpéntica. Condenable porque toda violencia lo es. No se puede permitir que la violencia sea el vehículo para expresar un desacuerdo. Los desacuerdos se expresan con la palabra y los argumentos. ¿O es que no los tienen?
Esperpéntica
por la impresión deleznable que produce un agresor “español” exhibiendo la
bandera de España. ¿Qué manera de degradar nuestra bandera? ¡Como se ha
extendido la utilización de la bandera de todos para destacarse como buenos
españoles! Son las consecuencias de utilizarla de forma partidista, para
exhibir un falso patriotismo.
Julio
García-Casarrubios Sainz
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