lunes, 24 de julio de 2017

SON SERES HUMANOS





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El futuro será mejor
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No somos conscientes del drama que viven muchos seres humanos. Un verdadero drama. El drama más inhumano que se puede concebir en un siglo XXI. Viene la globalización y la aprovechamos para hacer más ricos a los más ricos, y más pobres a los más pobres. Es inconcebible la total ausencia de sensibilidad ante el drama de los que vienen, de los que llegan porque no han muerto en el intento. Vienen huyendo de la persecución, de la guerra, de la miseria. Y Occidente rompiéndose la sesera, si es que la tiene, para poner puertas al campo, para evitar que vengan.

Occidente, y más concretamente Europa, mirando para otro lado; como si no fueran seres humanos. Aquí en Europa, mientras tanto, riñendo para ver quien tiene más poder, político y económico; aquí en Europa discutiendo si secesionistas o unionistas; aquí en Europa a vueltas con el déficit y la deuda; aquí en Europa pensando que hacer con los corruptos; aquí los políticos pensando en ocultar la realidad. ¡No hay derecho! Occidente tiene su espacio reservado en el infierno.

Todavía hay algún insensato, irresponsable, y no sé cuántas cosas más, que gritan alarmados porque vienen a robarnos nuestros derechos; a ocupar los puestos de trabajo; a beneficiarse de la educación y la sanidad que nosotros costeamos. No. Son seres humanos marcados por el lugar donde han nacido. Insensato el que no tiene en cuenta que ha nacido en un lugar privilegiado. Oímos a tertulianos, por no llamarles otra cosa, decir: “Ala, que vengan todos”.

Cortitos de inteligencia, además de faltos de la sensibilidad más básica. No se trata de traer aquí a todos los habitantes de África, América, Asia. ¿Quién ha dicho eso? Hay que ir a ayudarles allí, en su hábitat. Occidente, los desarrollados, los listos…, han estado explotando a lo largo de la historia a esos mismos pueblos, a esos mismos seres humanos, a los que ahora se les niega el agua y el pan, a esos mismos a los que se les ponen vallas con concertinas, a esos mismos que ahora se les deja abandonados que se mueran en pateras. ¿Tiene la culpa el ministro Zoido de que tomen la decisión de salir huyendo? No. ¡Populismo! Nadie ha dicho eso. Pero sí tiene la culpa de que su gobierno no les ayude para que consigan una vida digna. No es fácil, pero habrá que intentarlo; merece la pena; son seres humanos.


Julio García-Casarrubios Sainz


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