Un
impresentable
No
es novedoso. Rafael Hernando nos tiene acostumbrados. ¡Qué triste es prestarse
a desempeñar el papel de niño malo! Está en toda su salsa. Lo desempeña a la
perfección. Lo han elegido, porque su perfil se presta, para embarrar el debate
parlamentario cuando el partido necesita distraer la atención, por otras
vergüenzas.
Que
haya un impresentable entre 350 diputados, estadísticamente es normal. Pero que
ese impresentable sea el portavoz del partido que sustenta al Gobierno, ya deja
mucho que desear. Él es así, y no lo vamos a cambiar. El culpable es quien lo
designa para desempeñar ese papelito, los corresponsables son los que lo
aplauden calurosamente.
Julio
García-Casarrubios Sainz
http://juliocasarrubios.blogspot.com
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