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Apuntes del Siglo
XX….y XXI
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Aunque no sea por Navidad,
José María Aznar, vuelve a casa. Son sus propias palabras en un mitin en
Zaragoza apoyando a la candidata, Luisa Fernanda Rudi. Sin defraudar a sus más
fieles se presenta con cara y voz solemne, como sabe muy bien hacer, como es lo
habitual en una persona que se dispone a proclamar la verdad última. Así
empieza a soltar la perlas que lleva preparadas “con la cara muy alta”,
“mirando a los ojos” y con “la mirada honrada e intachable”.
Si alguien dudaba que Aznar
volvería a protagonizar mítines del Partido Popular, se equivocó. Había dudas,
dados los casos de corrupción que afectan a su partido desde hace más de veinte
años. Pues bien, cuando se debatía esa duda, surge el escándalo Naseiro, -que
es el escándalo del PP cuando él era su máximo dirigente-. Aquello nos hizo
pensar a algunos que le iba a obligar a prescindir de los mítines de campaña, o
al menos a permanecer en un discreto segundo plano, -cosa impensable-dado que
su imagen no había quedado muy bien parada. Pero ¡que va!
Craso error. He ahí que
surge el genio y figura sin el menor rubor. Con el mismo desparpajo que un día
certificaba que los atentados del 11-M habían sido obra de ETA. Animando a los
suyos, a que se sientan orgullosos del pasado. “Sí, orgullosos. Porque ya por
dos veces tuvimos que llegar a salvar el Estado del Bienestar en España, a
terminar con el paro y a frenar los separatismos”. ¡Sin menear el rostro!
Y es que el Aznarismo no se
rinde. Cada vez tiene menos palmeros, pero los que tiene son duros. Ha caído el “Correismo”,
el “Barcenismo”; el ultimo el “Ratismo”; y por el camino han caído, los Matas,
los Granados, los Fabra, los Rus, por citar algunos. Caerán más. Y caerá el
“Aznarismo”, no lo duden. Por mucho que se resista. Con el tiempo la derecha
moderada y liberal terminará admitiéndolo.
Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal, representan ese residuo.
Fuerte residuo. Los que dicen de boquilla que son el “centro derecha
reformista”, pero son los neoliberales y neoconservadores de la España actual.
Los que sin rubor alguno, con el mayor de los cinismos se autoproclaman los
honrados garantes del Estado del Bienestar. ¡Qué demasía!
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